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El PSOE denuncia transfuguismo en la moción que le saca de Benalmádena

El PP se hizo ayer con su sexta Alcaldía de la Costa del Sol tras prosperar la moción de censura contra el ex regidor socialista de Benalmádena. Los populares contaron con el apoyo de nueve concejales de cuatro grupos distintos. El PSOE llevará el caso a la Mesa Antitransfuguismo y acusa al partido de Javier Arenas de tener "una doble vara de medir".

el 16 sep 2009 / 02:57 h.

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M.U / Agencias

El PP se hizo ayer con su sexta Alcaldía de la Costa del Sol tras prosperar la moción de censura contra el ex regidor socialista de Benalmádena. Los populares contaron con el apoyo de nueve concejales de cuatro grupos distintos. El PSOE llevará el caso a la Mesa Antitransfuguismo y acusa al partido de Javier Arenas de tener "una doble vara de medir".

El PP obtuvo ayer la Alcaldía de Benalmádena (Málaga) tras prosperar la moción de censura presentada por los populares el pasado 5 de mayo y que convierte en regidor al presidente del PP local, Enrique Moya. El nuevo regidor accede al cargo con un objetivo: "devolver al pueblo al lugar privilegiado que nunca debió abandonar". Sustituye al socialista Javier Carnero, que calificó de "cobarde" la moción.

La iniciativa salió adelante con el apoyo de los cuatro concejales del PP, cinco del Grupo independiente de Benalmádena (GIB), dos de Iniciativa Democrática de Benalmádena (IDB), el voto de Movimiento por Benalmádena (MpB) y el de la concejala del Grupo Mixto Carmen Romero, que hasta ahora formaba parte del gobierno local. En total 13 votos a favor frente a los 12 en contra del PSOE, IU y de dos concejales del Grupo Mixto. El PSOE-A llevará el caso a la Mesa Antitransfuguismo. El secretario de Organización de los socialistas, Rafael Velasco, arremetió contra el PP por "usar a una tránsfuga para quitar la Alcaldía" a su partido y acusó a la formación que dirige Javier Arenas de tener "una doble vara de medir".

Sin embargo, desde la dirección regional del PP, el secretario general, Antonio Sanz, mostró su "orgullo y satisfacción" por el hecho de que su formación haya conseguido esta Alcaldía lo que, a su juicio, supondrá un "salto de futuro muy importante" en la localidad. Significará también consolidar el poder de los populares en la Costa del Sol. Con Benalmádena suman ya seis ayuntamientos (Fuengirola, Marbella, Málaga, Torremolinos y Nerja) y mantienen arrinconados al PSOE.

El recién nombrado alcalde afirmó que la actuación de su antecesor "no ha sido la adecuada" y que "le ha sobrado un liderazgo mal entendido y le ha faltado compromiso con el pueblo". "Para mí hubiese sido más cómodo dejar el municipio a la deriva y esperar a las elecciones, pero debo cumplir con mi responsabilidad política", subrayó.

Por su parte, Carnero se mostró "orgulloso y convencido de haber hecho bien" sui trabajo, y lamentó que "el proyecto de cambio que votó el pueblo en las urnas haya tenido final por una serie de maniobras egoístas". "No existen motivos sólidos que justifiquen esta moción, y a ustedes -a los 13 concejales que la apoyaron- nunca les han importado los ciudadanos", apostilló.

El ex regidor socialista aseguró que el equipo de gobierno de la legislatura pasada "no tenía un modelo de desarrollo claro", e insistió en "los 160 millones de euros de deuda que dejaron". Por contra, recordó que en estos dos años se han conseguido "más de 33 millones de euros" para inversiones. "Desde la oposición no vamos a dejar pasar ni una a los señores de la derecha", manifestó Carnero, que se mostró confiado en volver al poder tras las elecciones municipales de 2011. "Dos años pasan muy pronto, pero a ustedes -el nuevo equipo de gobierno- se les van a hacer muy largos", avisó Carnero.

A la concejala en entredicho, Carmen Romero, le han llovido las críticas. El portavoz del Grupo Mixto, Francisco Salido, reprochó a su ex compañera que "se olvidara de los principios éticos al unirse a partidos que antes rechazaba" y sospecha que "existen promesas, quizás económicas, que hayan contribuido a este cambio". Ella invitó a su ex compañero de filas a ir a la Fiscalía, en vez de mandar mensajes que "coaccionen o amedrenten" su voluntad.

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