Después de que, hace pocos días, una encuesta encargada por El País augurara una nueva mayoría absoluta para la popular Esperanza Aguirre en las próximas autonómicas, la última crisis interna socialista se ha abierto precisamente en Madrid. Ayer, el citado periódico publicó una noticia según la cual el líder del PSM, Tomás Gómez, cargó contra el vicesecretario general de los socialistas, José Blanco, ante su Ejecutiva regional. Del ministro de Fomento dijo cosas como que favorece el lucimiento de Aguirre y torpedea su candidatura a la Comunidad.
Ayer, el PSOE hizo todo lo posible por quitar hierro al asunto y subrayó que los comentarios del secretario general del PSM no reflejan ninguna disputa ni enfrentamiento orgánico entre el PSOE y el PSM. Gómez contrastó en sus declaraciones el apoyo claro que le ha brindado el vicepresidente tercero del Gobierno y presidente del PSOE, Manuel Chaves, con la actitud más fría mostrada por Blanco. Pero para la dirección del PSOE, estos fueron, simplemente, "comentarios" e impresiones puntuales introducidas en un debate más amplio y "no reflejan ningún enfrentamiento ni disputa alguna". Incluso calificaron de "anecdóticas" sus declaraciones.
Desde el PSM, salieron en defensa de Gómez y recordaron que es el partido a nivel regional el que decide quién es el candidato. Por su parte, los críticos madrileños alabaron el "excelente" trabajo de Blanco en Madrid como ministro de Fomento y acusaron a Gómez de "rayar la irresponsabilidad por poner en duda ese trabajo".
Mientras tanto, la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, reconocida militante de los socialistas madrileños, negó discrepancias y aseguró que el partido "está más cohesionado que en las últimas décadas". Esperanza Aguirre se limitó a decir que "demasiado tiene" el PSM para que ella hable al respecto.
