El PSOE llama a frenar a Rajoy en las urnas andaluzas

“Esta es la batalla de las batallas, vamos a resistir”, dijo Griñán junto a Rubalcaba y González al cerrar la campaña más difícil.

el 23 mar 2012 / 22:54 h.

Diego Valderas estuvo acompañado en el cierre de campaña en Huelva por el coordinador federal de IU, Cayo Lara.
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"Esta es la batalla de las batallas. Vamos a resistir", aseguró el candidato socialista José Antonio Griñán. "Quieren desalojarnos del único territorio que no está teñido de azul oscuro y con gaviotas", avisó Felipe González. Nunca el PP ha estado tan cerca de conseguirlo y nunca el PSOE en Andalucía ha estado tan al filo del precipicio. Ha sido su campaña más al límite. Su pelea más dura en mitad de una crisis feroz.

"Los vamos a parar el domingo". El pabellón deportivo del Parque Alcosa, una de las barriadas obreras de Sevilla por excelencia, cantó el Himno de Andalucía a pleno pulmón, con la misma fuerza que aplaudía que los galos tumbaran a los romanos en el vídeo de La resistencia andaluza. Entre su parroquia, el ardor no disminuye diga lo que digan las encuestas. "Este domingo vamos a ganar", gritaban. "Se nota, se siente, Griñán presidente". Basta sacar al escenario al expresidente González -"Felipe, Felipe"- para que los socialistas leviten. Socialismo andaluz en estado puro el que se vivió en el cierre. Lástima los fallos técnicos.

Arrancó la secretaria de Organización, Susana Díaz, demostrando que es una auténtica mitinera en el sentido más puro, capaz de volcar un auditorio. Se burló de un "apagón" sufrido en el acto del PP en San Pablo. "De tanto enchufe", ironizó, "mal fario". Minutos después, Alfredo Pérez Rubalcaba perdió el sonido. Los militantes taparon la avería con el Himno de Andalucía. "Ese que no se sabe el PP", dijo el socialista. No fue el único parón por problemas de sonido.

El PSOE presumió de los 30 años de socialismo en Andalucía. "Arenas que habla de ocupación del poder, que no se equivoque, que ocuparon el poder otros, que nosotros ganamos porque nos votaron, durante ocho veces seguidas", dijo Rubalcaba. "Hace 32 años que los andaluces dejaron el miedo a las puertas de los colegios electorales", añadió. "Se creen que el poder es suyo, nos llaman okupas", les afeó Griñán.

"En 30 años se pueden hacer algunas cosas mal y algunas se han hecho", admitieron los socialistas en el cierre de una campaña que ha estado marcada por el escándalo de los ERE. Pero el acento estuvo en los 1.500 centros de salud o en las diez universidades públicas levantados en estos años. Sobre todo presumieron de la sanidad y aplaudieron a la consejera María Jesús Montero, en primera fila. "No les deis las llaves de vuestros colegios a la derecha, porque harán negocio", pidió Rubalcaba.

"Tenemos el coraje de echar del partido a quienes se aprovechan de lo público", aseguró Griñán desencadenando la euforia del público y condenado a los corruptos. "Hemos tenido unos cuantos corruptos, es verdad, pero nunca se nos ocurrió instalar en la comunidad andaluza a la Gürtel para que gobernara la Junta. A lo mejor Arenas lo hace", dijo González. El expresidente recordó a "la caverna mediática" que en 1996 conspiró para derribar su Gobierno. En Andalucía cree que ahora ocurre lo mismo. "Que dimita, que asuma responsabilidades, me decían, cuantas veces tendría que haber dimitido Arenas", se preguntó.

Y si hubo una invocación fue al espíritu del 28 de febrero. "Lo hicimos y ahora a Andalucía le ha tocado otra vez parar a la derecha", dijo Díaz. "Andalucía se levantó hace 30 años y ya nunca más se va a volver a arrodillar", agregó Rubalcaba.

Los socialistas antes de poner el broche final a su campaña en Sevilla disfrutaron de un baño de multitudes en Córdoba. Ante unas 3.000 personas e igualmente arropado por Rubalcaba y  González, Griñán cambió por fin el formato típico con el que ha recorrido Andalucía. Ha pasado dos semanas con actos muy pequeños y en solitario, en la mayoría de las ocasiones, en los que ha "conversado" con mucha gente y sectores económicos y sociales. El candidato socialista ha hablado a no más de un centenar de vecinos desde una calle o una plaza. Griñán no ha coincidido con Manuel Chaves en un escenario, aunque ayer lo nombró. Tampoco con Alfonso Guerra.

El PSOE ha convertido esta cita con las urnas en el primer examen a Mariano Rajoy después de cinco meses de Gobierno. Reforma laboral, sindicatos, recortes sociales, privatizaciones, copago o freno a la ley de dependencia han sido sus argumentos para advertir de que no todo cambio es a mejor y que el PP es un "retroceso". "Han ganado mintiendo", repitieron los oradores. "Cuando veamos los Presupuestos la semana que viene entonces nos enteraremos de lo que vale un peine", dijo González.

Ha sido una campaña difícil y dura para Griñán. Le han acompañado su equipo, no más de cinco asesores, y su esposa. Pero Griñán ha encontrado, dijo, el calor de la gente de la calle. El escenario no podía ser más a la contra. Han llegado a la campaña andaluza después de dos derrotas electorales. El PP ganó por primera vez en Andalucía en número de votos en las municipales y en las generales. La mayoría de los sondeos han coincidido en apuntar una mayoría absoluta del PP en Andalucía. Sin embargo, a Griñán se le ha visto eufórico. "El domingo va a haber un cambio, vamos a cambiar la hora", dijo. "No hay más que un camino y una izquierda", cerró su  último mitin, "con vosotros, todos juntos".

Por si acaso no le dan las vuelta a las encuestas Griñán lo avisó por la mañana. Seguirá al frente del PSOE-A: "No podemos medir éxito electoral con responsabilidad política y orgánica".

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