J. A lonso / N. Jiménez
Las declaraciones de Carrillo sobre una posible salida del Gobierno le han dejado en una compleja situación. La ejecutiva provincial guarda silencio, son muchos los responsables de uno y otro sector que muestran su desconcierto y el entorno del alcalde aguarda el siguiente paso del edil. PSOE e IU tratan de evitar que desestabilice al Consistorio.
Un día después de anunciar una "reflexión" sobre su futuro debido a la ratificación de Alfredo Sánchez Monteseirín como alcalde hasta 2011, Emilio Carrillo acudió al Consejo de la Gerencia de Urbanismo y a una densa reunión con los sindicatos como delegado de Recursos Humanos. Críticos y vieristas aguardan el siguiente paso del edil. De momento, sus planteamientos sólo han sido comunicados al secretario provincial, José Antonio Viera. En este contexto, el eje de la nueva estrategia de trabajo sigue siendo el pacto entre la ejecutiva y el alcalde, que se materializará en una nueva reunión de trabajo la próxima semana.
El portavoz del grupo socialista, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, trató de restar importancia a la situación del que fuera vice alcalde y delegado de Urbanismo: "No voy a perder ni un minuto en cosas que no sean dar respuesta a los ciudadanos que lo pasan mal, a los empresarios que ven sus proyectos en riesgo o a las personas que han perdido su empleo". Celis reiteró hasta en tres ocasiones que su posible salida del Gobierno no afectará "en absoluto" a la dinámica de trabajo municipal ni a las "magníficas relaciones" entre el grupo socialista en el Ayuntamiento y la ejecutiva provincial que lidera Viera.
El portavoz socialista aludió al "estrechamiento" con la ejecutiva provincial del PSOE, ratificado en la reunión mantenida el pasado lunes, y subrayó los motivos de la "reflexión" de Carrillo: "El nuevo escenario" creado ante la continuidad del alcalde hasta el año 2011.
Pese a esto, las declaraciones de Carrillo vuelven a desestabilizar al Gobierno local y al grupo socialista cuando todos creían haber logrado una paz forzosa -que para muchos no es completa al haberse dado ya pasos como la distribución de las competencias de los concejales o el reparto de los presupuestos-. Además, contrastan con los mensajes lanzados desde la Ejecutiva Regional -a la que pertenece el propio Carrillo- que ha instado a eludir cualquier confrontación interna y a sellar grietas ante la crisis económica y el complejo escenario electoral.
IU, socio de gobierno, observa desde la distancia las continuas sacudidas de la crisis interna del PSOE. Aunque el portavoz de la federación, Antonio Rodrigo Torrijos, elude hacer valoraciones sobre cuestiones orgánicas de los socialistas, volvió a hacer públicamente un llamamiento: "Yo hago votos porque nuestro socio de gobierno, en su legítimo derecho al debate interno, lo supedite a la gobernabilidad de la ciudad. No creo que se ponga en riesgo el Gobierno local, pero espero que se ponga el interés general por encima de los particulares".
