La provincia de Sevilla sigue siendo de los principales graneros de votos del PSOE en el conjunto del país. Los socialistas revalidaron su condición de primera fuerza en las urnas, como se ha ido repitiendo desde los primeros comicios europeos celebrado en 1987. Sólo 5 de los 105 municipios tuvieron distinto color político y, en su mayoría, se vienen repitiendo históricamente: en Tomares, Espartinas y Gines este por escaso margen fue el PP el partido mayoritario, mientras que Marinaleda y El Coronil cayeron del lado de IU. Así lo defendió anoche la secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, que tradujo la ventaja de 15 puntos con el PP, segunda fuerza, en un «respaldo a las políticas emprendidas» en la provincia.
Sin embargo, ese triunfo no oculta que hace falta un tiempo de reflexión en el PSOE, que ha visto que su cosecha, al menos en las últimas citas comunitarias 2009 y 2014, ha menguado. Atrás quedaron esas elecciones con el 50% de respaldo.
El descenso socialista en la provincia fue de 16 puntos con respecto a las europeas 2009, que se traduce en una pérdida de más de 80.000 votos. El respaldo se queda, por tanto, en el 37%, similar al obtenido en las elecciones locales de 2011 aunque estos datos no son comparables con los de una cita europea.
La pérdida del PSOE no cayó del lado del PP, que cosechó los peores resultados europeos en 25 años. La caída fue más moderada que la de los socialistas (63.000 votos), pero el anhelo por hacerse con un feudo donde siempre ha ganado el PSOE se desvanece después de que su representación pase del 34% al 22%.
La provincia, por tanto, ejerce el voto de castigo a los partidos mayoritarios. Y esta vez, la ciudadanía no se quedó en casa: la participación fue del 45,10%, 2,5 más que en 2009. ¿Dónde ha ido? El voto descontento de la izquierda ha ido a parar a dos partidos. El primero es IU, que consolida su condición de tercera fuerza con un crecimiento exponencial que equipara a los resultados obtenidos en los comicios locales. Ha doblado las cifras logradas en 2009, pasando de 35.787 a 80.000 votos, lo que sitúa a la coalición de izquierdas en el 12%. En casi un tercio de los pueblos se ha erigido en segunda fuerza política. Y no es un fenómeno exclusivo de la Sierra Sur o La Campiña feudo de IU. Su crecimiento se extiende a la Vega (en La Rinconada, Guillena o Gerena desbancó al PP del segundo lugar).
El resto del descontento de izquierda se tradujo en la irrupción del debutante Podemos. Sorprendente su estreno también en Sevilla, donde recibió el respaldo de más de 51.000 votantes (7,83%), lo que le sirvió para superar a otras formaciones emergentes como UPyD que, no obstante, también duplica los resultados de 2009 de 20.000 a 48.000 votos con una demostración más de que el abanico de posibilidades está abierto. Hasta regresa, con tímidos nuevos bríos, el PA. Volviendo a Podemos, sus cimientos no se ciñen a la capital tercera fuera por encima de IU, sino también alAljarafe. En pueblos como Tomares, Sanlúcar la Mayor, Gines y Castilleja de la Cuesta ocupa este puesto de privilegio. Habrá que ver si mantiene este empuje en mayo de 2015.
