El PSOE, que sabe que debe manejar a la perfección el debate público sobre una hipotética legalización de Batasuna, pidió ayer al presidente del PSE, Jesús Eguiguren, que "esté más silencioso" a pesar de que, reconoció, en las últimas declaraciones del líder de la extinta Batasuna Arnaldo Otegi éste "diga cosas que no decía hace algún tiempo".
El encargado de esta afirmación fue el ministro de Fomento y secretario general del PSOE, José Blanco, para quien "sería más aconsejable que estuviera más silencioso, a veces no lo está suficientemente", dijo al ser preguntado sobre Eguiguren en una entrevista en Veo7. Después de subrayar que "no hay atajos" en la lucha antiterrorista y de remarcar varias veces que no quería valorar las palabras de Otegi, Blanco sí quiso remarcar las declaraciones del miembro de la izquierda abertzale en la entrevista que concedió al diario El País. "Decía cosas que no son las mismas cosas que decía hace algún tiempo", reconoció, "hace algún tiempo hubiera abierto todos los telediarios y portadas de periódicos".
No obstante, Blanco insistió en que no quería comentar las declaraciones de Otegi para "no dar lugar a equívocos". "Soy muy disciplinado", argumentó, "y si el vicepresidente Rubalcaba dice que no debo hablar de esto, yo no hablo de esto". En este sentido, el ministro aseguró que "todo el mundo está de acuerdo en que ETA está más débil que nunca" y que en esto "contribuyó" el fallido proceso de paz. También, el portavoz del grupo socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, confesó que "personalmente" no le da "ninguna credibilidad" a Otegi y destacó que Eguiguren, que va a declarar como testigo de la defensa en el juicio contra Otegi, "es el presidente del PSE, pero no es el PSE". El dirigente socialista, que se refirió a Otegi como "un personaje que está metido en un proceso penal", destacó que el ex portavoz de Batasuna "carece de credibilidad en esto y en todo". "Podrá decir lo que le dé la gana, pero no le doy ninguna credibilidad", sentenció.
También, y ante este debate, el presidente del EBB del PNV, Íñigo Urkullu, exigió ayer a la izquierda abertzale que "haga lo que tiene que hacer, sin enredos", si quiere presentarse a las próximas elecciones. Además, reiteró su convicción de que ETA no tiene voluntad de abandonar las armas y afirmó que sólo cabe un comunicado de "cese definitivo"
Apoyos del PP. Por su parte, la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, reafirmó el apoyo de su partido al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, contra ETA, si bien le exigió que tenga "una idea clara" que hay que luchar contra la organización terrorista "con la ley en la mano". En declaraciones a los periodistas a la salida de la Junta de Portavoces, Sáenz de Santamaría puso en cuestión que Zapatero abriera un debate el día de la crisis de Gobierno asegurando que los pasos que están dando "los terroristas" -en referencia a la izquierda abertzale- no iban a ser "en balde" y que ahora lo quiera "zanjar", a tenor de la contundencia de sus palabras en el Pleno del pasado martes. "Zapatero es el primero que tiene que aclararse a sí mismo", enfatizó la dirigente popular, quien instó al jefe del Ejecutivo a "no aflojar" con los terroristas "en ningún momento" y sí a "acabar" con ellos y conseguir que la banda terrorista ETA "sea parte de la historia".
En esta misma línea se mantendrá el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, en la reunión que mantendrá hoy con el pedirá al lehendakari, Patxi López. En el encuentro le pedirá que mantenga la "cabeza fría y principios democráticos sólidos" para continuar con "la firmeza" contra ETA ante "lo que pueda pasar en los próximos meses".
