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El PSOE recupera su colchón en la provincia ganando en 92 pueblos

Los socialistas arañan votos en feudos históricos como Dos Hermanas y Alcalá, mientras el PP se muestra fuerte en el Aljarafe.

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Una pareja se dispone a depositar su voto en las urnas de uno de los colegios electorales de la provincia de Sevilla.

El PSOE lanzó un mensaje claro antes del inicio de la campaña andaluza: sus alcaldes, los que ostentaban el poder en los grandes municipios de la provincia de Sevilla, debían fajarse en las calles de cada uno de sus pueblos para sacar del desencanto a sus votantes y, de esa manera, renovar los cimientos de una fortaleza que ni en el peor de los escenarios habían perdido, pero que había quedado muy mermada por los dos últimas acometidas del PP.

Tanto en municipales como en generales, los populares habían eliminado ese colchón en forma de decenas de miles de votos que permitía a los socialistas sevillanos afrontar sin miedo toda cita electoral. Pero ayer, en el peor momento, el PSOE salió airoso recuperando feudos tradicionales como Dos Hermanas y Alcalá de Guadaíra e incluso reduciendo la ventaja perdida en el Aljarafe, donde el PP ha cimentado parte de sus últimos éxitos electorales.

Ante esa tesitura, el tope marcado por el PSOE sevillano era el de ampliar en al menos 19.000 votos más -7.000 de ellos en la capital- la exigua ventaja obtenida sobre el PP hace cuatro meses, el 20-N, y que convirtió a Sevilla, con Barcelona, en el único punto rojo en el mapa político español. Ese anhelo, trasladado a los alcaldes, se quedó ayer corto: sólo en la provincia -sin contar las cifras de la capital-, el PSOE fijó un colchón de 94.917 votos, lo que supone más de 30.000 más que en las elecciones generales en las que se impuso Mariano Rajoy.

La recuperación socialista se divisó pueblo por pueblo. No en vano, el PSOE fue la fuerza más respaldada en 92 de los 105 municipios de la provincia, recuperando con respecto al 20-N feudos como Sanlúcar la Mayor, Salteras, Mairena del Alcor, Carrión de los Céspedes o, el más importante, Los Palacios y Villafranca, donde los socialistas atisban síntomas de recuperación después de que perdieran casi la mitad de su electorado hace cuatro meses.

Pero, más que volver en pueblos en los que había perdido cierta comba, la realidad está marcada por las papeletas. Dos Hermanas, la gran capital socialista, sacó 7.000 votos de ventaja a los populares, que en las generales se acercaron a apenas 2.000 votos, algo impensable hasta la fecha. Circunstancia similar se vivió en Alcalá de Guadaíra, que pasó de temer un escenario de empate técnico con el PP a recuperar una parte de la ventaja: si era de 404 votos en noviembre, esta se amplió a 3.564 en la cita de ayer.

Si en esos municipios se percibía atisbos de recuperación, en La Rinconada y Utrera se erigieron en los nuevos cetro de poder socialista en la provincia. Ya ganaban en citas anteriores, aunque bien es cierto que fueron los que, tanto en generales y municipales, mejor aguantaron el tipo ante el tsunami azul. En todo caso, la victoria socialista en la provincia no oculta un dato para la reflexión: aunque hay una recuperación del PSOE, ese voto del castigo sigue presente. No en vano, desde las elecciones andaluzas de 2008 a las celebradas ayer han perdido 172.287 votos, de las que dos tercios proceden de los pueblos.

Sin embargo, la diferencia esta vez ha sido que el PP no encontró el apoyo que sí obtuvo en las generales. En el camino han perdido 72.186 votantes y, de hecho, ni siquiera reeditaron los resultados de las elecciones andaluzas de 2008, donde tocaron techo. En todo caso, sí que fijaron ayer su campo de batalla. Se impuso en una docena de municipio y todos ellos, salvo Écija, pertenecen a la comarca del Aljarafe, su territorio más afín. Siguió arrasando en Tomares, feudo del presidente del PP en Sevilla, José Luis Sanz, y siguió con su dominio en Mairena del Aljarafe, Bormujos, Bollullos de la Mitación, Palomares del Río, Gines, Valencina de la Concepción, Gelves, Espartinas y Castilleja de Guzmán, aunque con una ventaja más discreta que el 20-N. A pesar de todo, el PP obtiene el mayor número de diputados de su historia, siete, aunque la meta marcada era llegar a los ocho.

EL GANADOR

Mientras, IU se erigió, también en la provincia, en el gran ganador. Frente a las caídas de PSOE y PP, la coalición de izquierdas amplió su espectro, con una cota de 116.725 votos que no obtenía desde el siglo pasado. Como es costumbre, se impuso en Marinaleda, feudo de su número uno por Sevilla, Juan Manuel Sánchez Gordillo. Con respecto a 2008, sólo ha perdido apoyos en Fuentes de Andalucía, mientras que ha doblado su electorado en grandes poblaciones como Dos Hermanas, La Rinconada, Écija, Lora del Río, Carmona o El Viso. Mientras el PA sigue su pelea particular por sobrevivir. Mejoró en 2.000 votos con respecto a noviembre, aunque su rol ya se ha establecido en la quinta fuerza. UPyD le quitó el puesto, aunque pierde fuelle en unas citas autonómicas en la que no puede recurrir a la figura de su líder, Rosa Díez. No obstante, obtuvo cuatro veces más apoyos que en su estreno en 2008 (35.854), pero son sensiblemente menos que los de los comicios generales (58.415).

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