-¿Cuál ha sido el gran error del PSOE para que las encuestas sitúen al PP al borde de la mayoría absoluta en Andalucía?
-La plantearía al revés, algo estaremos haciendo bien para que en tres meses el PP esté bajando y el PSOE esté subiendo, porque si analizas la secuencia de esta misma institución [Capdea] que publica la encuesta, vemos cómo desde el verano hemos reducido la distancia, el PP ha perdido dos puntos, el PSOE ha recuperado tres puntos. Y eso sin dar por válidos los nueve, porque este mismo instituto predijo 15 puntos de diferencia que luego en urna fueron nueve. Todos los resultados electorales son posibles y la victoria del PSOE, también.
-¿Qué factura electoral espera el PSOE de Andalucía del asunto de los ERE?
-Más allá de la repulsa que toda persona honesta siente cuando se está ante un fraude, una irregularidad, un caso de corrupción, a mí me gustaría que la ciudadanía supiera que casos de corrupción hay en todos los gobiernos, pero no todos los gobiernos responden de manera semejante, y desde luego la Junta de Andalucía ha sido ejemplar en la respuesta a la crisis destapando, investigando, denunciando y recuperando los fondos que han sido defraudados. Vamos a ir hasta el final caiga quien caiga.
-Entre Rubalcaba y Chacón, ¿con quién se sitúa?
-Tengo mis preferencias muy claras con Carme Chacón. Creo que una persona con 41 años que ha sido vicepresidenta del Congreso, ministra de Vivienda y ministra de Defensa aporta experiencia como quien más, aporta solvencia como quien más y aporta una cosa muy importante: aporta futuro.
-No ha escondido su respaldo a Chacón, mientras que Gaspar Zarrías ha hecho lo propio con Rubalcaba. ¿Qué transcendencia tendrá el Congreso Federal para la estabilidad de la Ejecutiva Provincial de Jaén?
-Ahora mismo estamos en clave exclusivamente federal. Se trata de escoger un proyecto y las mejores personas para dirigir el partido en el conjunto de España. Creo en la profunda libertad que todos los militantes tenemos para expresar nuestras preferencias.
-El decreto que indulta a viviendas ilegales en Andalucía, ¿es una forma de reconocer que la política urbanística de la Junta de Andalucía no ha funcionado?
-En primer lugar, hay que recordar que el corazón del urbanismo es municipal, es decir, el grueso de las decisiones que se toman en materia de suelo en España corresponden a los ayuntamientos. ¿Qué ha hecho la Junta de Andalucía? Reconocer una realidad y encarar un problema que en muchos lugares existe y que no se resuelve dando la espalda. Yo creo que es muy difícil mirar al pasado con los ojos de hoy. Hoy hay una sensibilidad en materia de urbanismo, en materia de medio ambiente, hay una rigurosidad de las leyes, una actuación en materia de disciplina urbanística por parte de la Guardia Civil o de los tribunales que no existía hace 8, 10 ó 15 años. Para la Junta de Andalucía ese muro que hemos puesto de respeto a las leyes y de respeto al bueno uso del suelo lo vamos a mantener con más firmeza si cabe, pero es verdad que en el pasado se hacían las cosas de otra manera. Habrá gente que se ha enriquecido a costa de ello, pero también hay multitud, miles de familias normales y honestas que se han visto embarcadas en situaciones de irregularidad o de alegalidad que al final es un verdadero quebranto y un problema para sus vidas. Por lo tanto la Junta de Andalucía ha puesto normativa para que los ayuntamientos puedan abordad esa realidad con dos fronteras muy claras o con dos líneas rojas muy claras. Una, los costes de cualquier legalización los tienen que pagar los beneficiarios como en cualquier otra. Y número dos, creo que esto no se va a repetir en el futuro.
-¿Se puede repetir la experiencia de Extremadura en Andalucía?
-Nosotros salimos a ganar, no salimos a pactar, y, desde luego, Izquierda Unida es una fuerza política imprevisible. Desde ese punto de vista no está en manos de IU. El futuro del gobierno de Andalucía está en manos de los andaluces. No tengo duda de eso.
-¿El alcalde de Marinaleda se abstendría o votaría?
-Repito, creo que IU es una fuerza política impredecible. Pero, desde luego, si yo quisiera que hubiera un gobierno progresista en Andalucía que dé una respuesta a la salida de la crisis como la que está dando Pepe Griñán, totalmente distinta a la que está poniendo en marcha Esperanza Aguirre o Cospedal o Camps puso en su día en Valencia, si de verdad queremos una salida que apuesta por el plan de empleo y por el mantenimiento del estado de bienestar, el valor seguro no es IU.
-¿Podrá la Junta sostener de manera financiera tanto el gasto sanitario como educativo o la dependencia sin que los ciudadanos tengan que pagar esos servicios? Si no lo fuera, ¿de dónde habría que recortar?
-La respuesta es compleja. De lo que hemos hecho hasta ahora hemos demostrado que hemos ahorrado mucho en gasto farmacéutico sin recortar una sola prestación farmacéutica yendo a la fórmula del principio activo, negociando con los laboratorios y farmacias para que salga más barata la factura de la farmacia sin recortar ni un solo medicamento. Hay otras comunidades autónomas gobernadas por el PP donde han optado por recortes directos sanitarios. Son dos maneras de hacer las cosas. Nosotros estamos ahorrando pero de manera inteligente y con buena gestión, por lo tanto eso ya implica un modelo. No se trata de contabilidad, esto va de ideología y cuando tienes dificultades económicas, en cada decisión contable hay una carga ideológica tremenda. Nosotros no podemos predecir el futuro pero sí tenemos claro dos cosas. Uno es que en las decisiones contables siempre vamos a defender que podamos preservar al máximo derechos de ciudadanía. La segunda cuestión es en la que hay imponderables decisiones del gobierno de España que nos preocupan como es natural, porque si el gobierno de Mariano Rajoy se dedica a ser un gobierno meramente de ajustes contables y de recortes desde luego vamos mal. ¿Dónde está el estímulo económico? ¿Dónde están los programas que puedan reactivar la economía? Nuestra práctica a día de hoy demuestra que hay soluciones distintas y el ahorro puede responder a soluciones distintas.
-¿Le preocupa que el congreso federal del PSOE haya abierto fracturas en el PSOE andaluz?
-Le puedo asegurar que todos los socialistas estamos hechos una piña defendiendo los intereses de Andalucía y los intereses de la provincia de Sevilla. Por lo tanto, hay que distinguir nuestro debate interno, que es un debate democrático, abierto y plural, del cierre de filas total que tenemos en torno a Pepe Griñán y en torno a la defensa de los sevillanos.
-¿Guerras tan duras como la que se libran en el PSOE de Sevilla ayudan para algo a su partido ante unas elecciones?
-Creo que lo importante es que los congresos empiezan abiertos y terminan muy cerrados en torno a la nueva dirección. La democracia es una fortaleza en una organización social y política. No es ninguna debilidad.
-¿Estaría cómoda en un Gobierno andaluz de coalición entre socialistas e IU?
-Nosotros no confiamos el futuro a ninguna otra formación política que no sea el PSOE. Por lo tanto, estaré cómoda en un Gobierno fuerte presidido por Pepe Griñán que defienda no solamente Andalucía sino un modelo social como el que ahora mismo está en juego en el conjunto del país.
