Tal y como afirmó el domingo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero , las primarias en el PSOE se mantienen, a pesar de que algunos barones como el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, son contrarios a la idea y apuestan por una candidatura unitaria liderada por el vicepresidente del Gobierno y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Estas opiniones no calaron en la ejecutiva federal del PSOE de ayer. El vicesecretario general del PSOE, José Blanco , confirmó que su formación lanzará el sábado en el comité federal el proceso de primarias para elegir a su candidato a la presidencia del Gobierno y aclaró que será el propio comité, el máximo órgano del PSOE entre congresos, el que decida la fecha del proceso.
Fuentes de la secretaría de Organización, informaron a Europa Press que su secretario, Marcelino Iglesias, propondrá que las primarias se celebren en verano, es decir, como muy tarde el 23 de septiembre.
En rueda de prensa para informar de la ejecutiva federal del PSOE que ha analizado la descalabro del PSOE en las municipales y autonómicas, Blanco no habló de fechas y además aseguró que el PSOE no se está planteando adelantar su congreso para una renovación del partido. Según dijo, este asunto no ha estado en sus conversaciones con Zapatero, ni en las que ha tenido con los barones ni con otros "referentes" del partido. "No está sobre la mesa", subrayó.
Por otro lado, descartó que tras el varapalo electoral haya división en el seno del PSOE. Manifestó que ha hablado con "la inmensa mayoría de dirigentes" y muchos "cuadros" del PSOE y en todos ellos, según dijo, ha encontrado el "sentimiento unánime de hacer las cosas bien", de "profundizar en la cohesión del partido" y de hacer un "planteamiento programático ambicioso para las generales". "Es el momento de la cohesión, de la fortaleza del partido y es lo que he percibido", dijo.
Según Blanco, para el PSOE ahora "no es momento de lamentarse sino de levantarse" y para ello es necesario que cada uno se dedique a su tarea, en gobierno y en oposición. "El Gobierno a gobernar para conseguir la recuperación económica y el partido a trabajar desde ahora en recuperar la confianza de los ciudadanos y a ganar las próximas elecciones generales", remachó.
El vicesecretario general del PSOE también reconoció que en la derrota socialista en las municipales y autonómicas han tenido "incidencia" las medidas económicas del Ejecutivo central y admitió que su partido ha sufrido "trasvase de votos a la derecha". En su análisis de los comicios, Blanco no ha trató de minimizar ni "disimular" la derrota -"no nos engañamos ni tratamos de engañar a nadie"- y aseguró que el PSOE la recibe "con realismo y serenidad". Admitió que derrota es también la expresión de un "malestar con el Gobierno" por la crisis y por las medidas que ha tomado el Gobierno y que "muchos ciudadanos no han entendido" y han optado por "distanciarse".
"Probablemente no hemos podido ni sabido hacer llegar nuestras razones a la sociedad", resumió.
Enderezar el proyecto. Con ese análisis y a la espera de que lo confirmen los estudios postelectorales, el número dos del PSOE apuntó que ahora es momento de empezar a "enderezar el proyecto socialista" y "enriquecerlo" con "aportaciones" de cara a 2012. En su opinión, el PSOE sigue representando "ideas y valores que comparte la mayoría" y podrá "salir adelante", como ha hecho en momentos "incluso más dramáticos que éste".
El número dos del PSOE dejó también claro que los socialistas se dan "plenamente por enterados" de la "seria advertencia" que le han dado los ciudadanos pero insistió en que, como dijo el domingo el presidente del Gobierno, no está sobre la mesa un adelanto electoral, porque la "enorme responsabilidad" de trabajar por la recuperación económica está sobre la mesa.
De forma similar se pronunció la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, quien no es partidaria de adelantar las generales, porque "diez meses en política es una eternidad" y confió en que el PSOE realice el análisis necesario para "remontar" en los próximos comicios de 2012, al tiempo que insistió en que la crisis económica internacional está "en el origen" de la derrota.
