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El PSOE se pone una venda

El partido se conjuran para que el triunfo de Gómez no mine la autoridad de Zapatero.

el 04 oct 2010 / 19:39 h.

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La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, en la rueda de prensa posterior de la Comisión Permanente.

José Luis Rodríguez realizó este pasado verano una arriesgada jugada al apostar por Trinidad Jiménez como candidata para la Comunidad de Madrid en contra de la opinión del PSM... y de su secretario general, Tomás Gómez. Los militantes madrileños le dijeron este domingo que se equivocó. Y el PSOE -casi en pleno- se conjuró ayer para que la victoria de Tomás Gómez en las primarias no mine la autoridad del presidente del Gobierno.

El primero en empeñarse en dicha misión fue el ganador de las elecciones: Tomás Gómez. El líder de los socialistas madrileños negó ayer que las primarias, en las que se impuso a Trinidad Jiménez, hayan supuesto un debilitamiento de la figura del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE. Entrevistado en el programa El Círculo, de Telemadrid, Gómez garantizó su fidelidad a Zapatero y subrayó que el presidente no se jugaba nada en las primarias madrileñas.

"Zapatero no se ha presentado a estas primarias a Madrid. De hecho, ha pedido neutralidad en todas las ocasiones en las que se ha pronunciado. Si alguien piensa que unas elecciones primarias pueden debilitar a Zapatero, tiene muy poca idea de su fortaleza. El presidente tiene más apoyo mío que nunca", recalcó.
Con estas declaraciones el secretario general del PSM prefirió olvidar la tensa reunión del pasado 7 de agosto en La Moncloa, cuando Zapatero le pidió que se retirara de la carrera electoral por la Comunidad de Madrid en favor de la ministra de Sanidad, a la que los sondeos internos daban mayores posibilidades de victoria frente a Esperanza Aguirre (PP).

La secretaria de Organización, Leire Pajín, habló en nombre del PSOE y aseguró que todo el partido, incluida la dirección federal, es "una piña" en torno al líder del PSM y también rechazó que el presidente del Gobierno haya salido perjudicado por este triunfo. "Hoy -por ayer- todos somos una piña y vamos a trabajar juntos para ganar Madrid", proclamó Pajín en rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Permanente de la Ejecutiva Federal, que estuvo presidida por el vicesecretario general del partido, José Blanco.

En este contexto, Pajín descartó que se haya abierto una nueva etapa en el PSOE, se negó a hablar de "postzapaterismo" y esgrimió que las primarias las pactaron juntos Tomás Gómez y José Luis Rodríguez Zapatero, por lo que concluyó que ambos son ganadores en este proceso.

También la ministra de Sanidad señaló que su derrota en las primarias no implica que el partido cuestione al presidente del Gobierno, e incluso aseveró que si Rodríguez Zapatero se hubiese presentado "las bases y los militantes socialistas le hubieran respaldado y apoyado". En similares términos se expresó el titular de Industria, Miguel Sebastián, quien subrayó que "nadie pone en cuestión ni en el partido ni fuera de él al presidente del Gobierno".

El único. Más contundente fue la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien declaró que no cree que ningún dirigente del PSOE esté pensando en proponer un nuevo candidato para las elecciones generales de 2012, en sustitución de José Luis Rodríguez Zapatero. "Nada, yo creo que para nada. De verdad. Yo creo que todos los miembros de Gobierno piensan que tenemos el mejor presidente y el mejor candidato", asegura De la Vega en una entrevista en 20 minutos.

Pero no todos los socialistas opinan igual. Así, el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza (PSE-EE), reconoció que, tal como apuntan algunos análisis sobre las primarias, "se podría decir que, de alguna manera, ha perdido Zapatero porque -la de Trinidad Jiménez- era su candidatura" y la "apoyó claramente". Por su parte, el ex presidente del Congreso Gregorio Peces Barba se mostró satisfecho por la elección de Gómez y reiteró que fue "poco prudente" que el presidente del Gobierno optara por Jiménez.

Otros dirigentes del PSOE optaron por la ironía: el ex presidente del Gobierno Felipe González respondió con un "no lo sé. No me he enterado" cuando le preguntaron por las primarias, donde tuvo su protagonismo, ya que algunos medios aseguraron que era el padrino de Gómez.

El resto de partidos, por su parte, aprovechó para atacar a Zapatero. Para el PP la victoria del secretario general del PSM es un "varapalo" para el presidente. El portavoz de IU en el Congreso, Gaspar Llamazares, subrayó que este triunfo supone "el segundo gol en propia meta" de Zapatero: "El primer gol ha sido la ruptura con los sindicatos y los trabajadores, y el segundo es la ruptura de Zapatero con su propio partido", dijo. Y desde ERC consideraron que el resultado es una "tarjeta roja" de la militancia socialista al jefe del Ejecutivo.

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