Tras la tempestad se esperaba la calma pero ésta no llegó. Los partidos políticos volvieron a mantener ayer un cruce de acusaciones tras el altercado del jueves en el Parlamento durante el último pleno extraordinario del curso en que se aprobaron las 28 medidas de regeneración política, si bien el centro del debate fue -y siguió siendo ayer- la polémica exclusión de los alcaldes de la Cámara, iniciativa que protagonizó la mayor controversia.
Fue la escena en que el portavoz adjunto del grupo socialista, José Muñoz, tuvo que interrumpir su discurso por las recriminaciones de los populares la que llevó ayer a la presidenta del PSOE-A, Rosa Torres, a acusar a los diputados autonómicos del PP-A de practicar el "gamberrismo político" en el Parlamento, tras la "bronca" que protagonizaron.
Torres indicó que "ha sido difícil debatir más allá de los espectáculos que monta el PP" y censuró que "es complicado buscar el consenso cuando se recibe al portavoz socialista con un abucheo generalizado, cuando se le impide el uso de la palabra y se arma un discurso ante los gritos lanzados desde la bancada del PP de fuera, fuera o cállate".
En su opinión, "los diputados del PP habrán caído en la cuenta de que cuando se le impide hablar a un político se le impide hablar a la ciudadanía que representa", máxime cuando las medidas aprobadas en la Cámara andaluza "redundan en beneficio de todos, y 27 de las 28 han sido unánimemente aprobadas por todos los grupos".
Ante las palabras de la presidenta socialista el coordinador del área económica del PP-A, Rafael Carmona, replicó también ayer que "gamberrismo político" es tratar de impedir que los alcaldes del Partido Popular elegidos por los ciudadanos se hicieran ayer una fotografía en el interior del Parlamento refiriéndose al otro foco de reprobaciones del pleno del jueves ya que, según los populares, la presidenta de la Cámara no permitió dicha foto.
Por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, aconsejó discutir "con argumentos" en el Parlamento sobre la medida relativa a la incompatilidad entre los cargos de diputado autonómico y alcalde y criticó que el PP prefiera "el grito a la palabra".
Pero las de Rosa Torres y Griñán no fueron las únicas reacciónes del PSOE ante lo sucedido el jueves. El diputado nacional y miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE Javier Barrero lamentó la actitud de "hooligan fanático" y tildó de "inaceptable" la postura del PP, que llevó a cabo "un altercado" en el Parlamento para, "con una especie de fanatismo antiinstitucional", abogar por que los alcaldes que son parlamentarios "tengan dos sueldos".
De fanatismo también habla en su blog otro diputado por el grupo socialista y secretario de Comunicación del partido, Miguel Ángel Vázquez, quien criticó el "bochornoso espectáculo" propio de "grupos radicales que revientan las instituciones y que coaccionan a sus adversarios".
Ante esto, el líder del PP-A, Javier Arenas, instó a Griñán, a "no confundir incompatibilidades" de cargos públicos "con cacicadas", advirtiendo de que combatirá la medida de exclusión de alcaldes desde el Parlamento, la Justicia y la calle.
