Local

"El público verá en escena diez años de psicoanálisis"

el 26 oct 2012 / 19:50 h.

TAGS:

Jesús Quintero posa en su casa, en pleno centro de Sevilla con vistas a la Giralda desde su terraza.
-->

Aunque sus inicios fueron como actor, llevaba años sin pisar un escenario y lo hace en el suyo con un recorrido por su trabajo periodístico que estará hasta mañana aunque pretende recuperarlo en enero y girar por otras ciudades. Mientras, viajará a Miami para grabar 13 programas de entrevistas y estudia con Canal Sur hacer una serie de documentales sobre grandes personajes, además de lanzar su propio canal de internet.

-Produce su propio espectáculo, sobre usted mismo y en su teatro. ¿La crisis obliga al autoempleo o puro egocentrismo?

-Había pensado también ponerme en la taquilla a vender las entradas y ser el acomodador. Sí, las pymes estamos en el abismo, todos lo estamos. Pretendo que cada día el espectáculo sea distinto y tenga nuevos invitados. Es la primera vez que en el teatro se hacen entrevistas en directo. No es solamente contar retazos de mi vida o de mi historia sentimental en la comunicación sino tratar de llevar el periodismo al escenario, teatralizar la realidad. Todo es nuevo para mí. Necesito un tiempo para ir conociendo al público porque siempre he hablado en la prisión de un locutorio de radio o de un plató pero no me he sentido ni escuchado ni mirado, no sabía qué pensaban, si debía continuar o callarme para siempre.

-¿Y qué descubrirá el público de usted que no haya visto en sus programas?

-Muchas cosas, diez años de psicoanálisis, muchas emociones que se han quedado dentro de mí cuando he visitado manicomios, cárceles, conventos, prostíbulos... las tripas de lo que hago, lo que es la comunicación pura y dura y mi experiencia personal.

-¿Dónde hay más verdad, en el periodismo o en el teatro?

-No hay mucha verdad en el periodismo, hay tanta corrupción como en la política. Los periodistas tienen que obedecer a sus amos. Claro que hay periodistas independientes, pero no hay muchos que se enfrenten al poder como El Llanero solitario. Seguimos mamando.

-¿Se incluye o se considera uno de esos llaneros solitarios?

-Yo sí me he considerado un llanero solitario, pero como mis semejantes ha habido sanciones personales a lo largo de mi vida. En España los mejores periodistas están en los periódicos, los verdaderos periodistas y algunos llaneros solitarios. Si el periodismo de verdad tomara la televisión, sería maravilloso.

-Personaje y persona ¿son indisolubles o son el mismo?

-Mi amor por el teatro hace que todo lo que hago en la comunicación tenga el ritmo, el tempo, la trama, el desarrollo, el desenlace y la atmósfera del teatro. Para mí una entrevista es una obra de teatro. Sí es verdad que a lo mejor lo que ha hecho que cree mi propio camino en la comunicación sea eso, que hay algo de actor, de periodista, de poeta o de presentador. Y todo unido da como resultado el vivir la comunicación como un arte.

-¿Pero se despoja alguna vez del personaje? ¿Se puede conocer a Jesús Quintero sin que esté presente el Loco?

-Yo soy el mismo frente a ti, en la tele, la calle, el teatro o con mis amigos, eso nunca me ha creado esquizofrenia. Sí hubo un momento en que no sabía quién era el Loco y quien era Jesús Quintero porque surgió aquello de una manera muy fuerte y apasionante.

-Presos, locos, frikis, famosos... ¿Dónde está el límite en ese tipo de entrevistas?

-A mí me gusta hacer una televisión que sea útil, que un hombre transmita su experiencia a los demás. La tele solo me interesa si hay tres: el entrevistado, yo y el espectador, y los tres estamos en la misma historia. Pero algo está pasando, han cambiado al espectador. Hay espectadores muy interesantes para los que merece la pena hacer televisión pero luego hay una multitud distraída que está embobada en el morbo.

-Le veo resentido con la tele
-Por ver que el medio más poderoso de todos los siglos no está transmitiendo la realidad sino inventando una, que no se emplee para elevar el nivel.

-¿Ha sufrido la censura alguna vez o se ha autocensurado?

-Creo ser un periodista responsable, no voy buscando escándalos para lucirme, no necesito que nadie me diga nada porque sé cuándo se puede o no dar una entrevista. Tal vez me falte la casta del periodista frío y desapasionado caiga quien caiga.

-¿Y qué entrevista se ha quedado sin hacer porque no era el momento oportuno?

-Durante muchísimo tiempo no era el momento de entrevistar a Tejero. Lo he intentado muchas veces. Cuando se lo sugerí a Pilar Miró me dijo: "Muy buena entrevista para el archivo". Lo malo es cuando no quieren ni oír hablar de un nombre. Por ejemplo, el propio Otegui. Yo creo que todo el mundo tiene una entrevista: presidente, cabrero, sabio, canalla... Sí que tengo mi propia censura, eso es verdad, pero no he tenido grandes enfrentamientos con altos directivos. Tienes que tener suficiente equilibrio para poder seguir delante de un micrófono y es mejor tragar para no desaparecer porque mientras estés puedes hacer guerrilla. Una cosa que echo de menos es poder entrevistar a los poderosos de verdad y en España no hay manera. Yo he intentado entrevistar a Amancio Ortega, a Isidoro Álvarez, a Botín... Sería interesante una serie de entrevistas a los hombres poderosos de España pero no lo he conseguido.

-Ha dado la vuelta al axioma de que el entrevistador no puede ser protagonista

-Si no llegas con humildad y vas a entrevistar a un sabio y además te pones chulo queriendo saber más que él, eres un idiota, pero hay que haber vivido mucho para hacer una buena entrevista. No se puede hablar de amor si no lo has conocido o de suicidio si no se te ha pasado nunca por la cabeza. Haber vivido, haber sentido, haberte roto, haber hecho psicoanálisis, ahí he aprendido yo mucho más que en el periodismo para acercarme a los hombres.

-¿Las redes sociales han sido la muerte de la comunicación humana o lo contrario?

-Internet es apasionante, es lo único vivo que existe. Alguien dice una cosa y automáticante hay millones que le responden. Eso que sí es la vida, una ventana al mundo, es lo que le está ganando a la tele

  • 1