El cierre cautelar por filtraciones de la gasolinera situada en el número 85 de la Avenida de Cádiz hace casi dos semanas está provocando enormes colas en el único surtidor que queda, el del polígono Santa Lucía. El problema se agrava porque ésta no facilita el gasóleo B que usan los numerosos vehículos agrícolas del pueblo.
Los Palacios y Villafranca ha pasado de tener tres estaciones de servicio a sólo una en cuestión de tres meses. La otra, situada frente al cuartel de la Guardia Civil y en pleno casco urbano, se vendió el pasado verano para construir oficinas.
Ahora, la de Santa Lucía no da abasto. Incluso ha tenido que contratar más personal. Pero el ritmo es frenético. De día y de noche se forman enormes colas que están acabando con la paciencia de los clientes, que hacen sonar el claxon inútilmente.
Actualmente, el caso de la gasolinera clausurada hace 10 días está en manos de la Junta de Andalucía para que sean técnicos de las consejerías de Medio Ambiente e Innovación, Ciencia y Empresa quienes dictaminen si abre de nuevo o no.
Desde entonces, la Concejalía de Medio Ambiente telefonea diariamente para "acelerar todo lo que se pueda el proceso". En rigor, el procedimiento que siguen los técnicos autonómicos es doble: por una parte, comprobar si es cierta la voz de alarma de los servicios municipales, y por otra, proceder a la descontaminación. De momento, continúan con lo primero.
"Somos conscientes de que un solo surtidor para todo el pueblo es poco, pero lo único que podemos hacer es meter prisa, no es competencia nuestra", remarcaron fuentes municipales en relación al problema originado en este municipio de más de 35.000 habitantes y con muchos vehículos agrícolas.
De hecho, los más perjudicados son los vehículos agrícolas, por lo que no ha podido ser más oportuno el proyecto de la cooperativa Nuestra Señora de las Nieves, la misma que vende frutas y hortalizas a sólo cinco céntimos de euro por encima de lo que cobra el agricultor: montar un surtidor para sus socios, que, en la práctica, son todos los agricultores de este municipio, más de 1.500.
Su presidente, Antonio Escalera, se ha puesto en contacto con el alcalde, Antonio Maestre (PSOE), y con proveedores de combustible "y las gestiones no van del todo mal", según manifestó el viernes. La intención es suministrar gasóleo A y B y "distribuir las ganancias entre el cliente y los socios, para que cueste más barato".
