El puente romano necesita una actuación urgente. Y por ello hasta el 17 de agosto tienen de plazo para presentar sus ofertas las empresas interesadas en hacerse cargo de las obras de rehabilitación del puente sobre el río Genil en la entrada a Écija desde Córdoba, el conocido como puente romano. Las obras se tramitan por el procedimiento negociado sin publicidad y con carácter urgente. El plazo de ejecución estimado será de cuatro meses -dos menos de los seis meses inicialmente fijados- y un precio máximo de licitación de algo menos de 332.000 euros, sumando los 281.250 euros del proyecto y los 50.625 de impuesto sobre el valor añadido (IVA).
El Ayuntamiento de Écija es la entidad encargada de recoger las ofertas y de la contratación de las obras de ordenación del puente romano sobre el río Genil. La Diputación de Sevilla cofinancia las obras, aportando 265.500 euros del presupuesto total. El resto (66.375 euros) corre a cuenta del Ayuntamiento, que apunta que buscará apoyo económico de otras administraciones para llevar a cabo esta obra "muy importante para la ciudad, porque el puente es un elemento señero que se encuentra en malas condiciones", apunta Silvia Heredia, portavoz del Gobierno local (PP).
El proyecto consiste en el arreglo integral del puente, recuperando el aspecto original que tenía y eliminado añadidos que desvirtúan su imagen. Se picará la superficie de la calzada para descubrir la cota original y pavimentarla luego, creando una plataforma única distinguiendo entre zona peatonal y de tráfico rodado con distintos materiales, básicamente granito. Una línea de adoquines separará las dos zonas, en las que se colocarán las balizas y los sistemas de desagüe de aguas pluviales.
El Consistorio hace hincapié en la reparación de esos sistemas de desagüe "porque el agua de lluvia se filtra y cae desde arriba, deteriorando las pilastras y bóvedas del puente", señala la portavoz municipal del PP. Además, las obras servirán para mejorar la calzada, las barandas, las aceras y, en suma, el aspecto general del puente y los desperfectos que sufre, "sobre todo en la parte exterior, donde se encuentran las tuberías", según Heredia.Tras el arreglo se mantendrán los tres carriles de circulación actuales, uno de salida y dos en el sentido de penetración al casco urbano, pues este puente soporta una alta densidad de tráfico. La calzada tiene una anchura de 14,30 metros, que se dividirán en dos acerados más tres carriles de 3,25 metros cada uno.
Además, se tiene previsto sustituir los quitamiedos por balizas y cambiar la barandilla del puente, en mal estado, sustituyendo también la iluminación del puente, según explicó Heredia, para quien el puente romano es "un elemento fundamental para la comunicación de la ciudad, pero ahora es más una carretera que un puente".
