Sevilla no tiene una oferta turística específica para cruceristas, falta creatividad, pero el objetivo del Puerto es que atraquen, e incluso partan de la ciudad, cruceros con 2.000 pasajeros. Por eso especialistas del sector turístico y del Guadalquivir se reunieron ayer a la orilla de su dársena, en el restaurante Abades Triana, para debatir sobre el papel que debe tener el río en el impulso turístico. Para ello se necesita un gran muelle o puerto base para los grandes cruceros, un proyecto en el que la Autoridad Portuaria ya trabaja: el gran muelle de Tablada, detrás de la Raza.
Así lo explicó el director del Puerto de Sevilla, Fausto Arroyo, quien detalló que se está estudiando el modelo de explotación y dónde se ubicará cada servicio. Además, ya se trabaja para trasladar a otro lugar del Puerto la actividad de mercancías que existe en la zona (empresas de fertilización, grano, chatarra...). "Está empezando su diseño", indicó Arroyo tras asegurar que el proyecto, incluido el plan director del Puerto, se podrá desarrollar en un plazo de entre dos y cinco años. El objetivo es que las 20 hectáreas de los antiguos almacenes junto a la Raza se transformen en un gran muelle para el atraque de los grandes cruceros. Incluso sería el lugar desde el que saldrían las rutas regulares. Y sería cinco veces más grande que el Muelle de las Delicias, en el que difícilmente se puede atender a grandes cruceros.
La zona, además de contar con el valor añadido del complejo arquitectónico de la Exposición Iberoamericana del 29, tendrá aparcamientos, zonas para el aprovisionamiento de los barcos, para la retirada de residuos, para recargar combustible... Un crucero de gran porte necesita hasta 20 autobuses para transportar a sus pasajeros, lo que refleja el espacio y los equipamientos que se necesitan.
Eso sí, a Sevilla no llegarán cruceros de 2.000 pasajeros hasta que no se ejecute el dragado de profundización del río, un proyecto que la Autoridad Portuaria prevé para este año pese a las críticas y las reticencias de las administraciones.
Precisamente, los empresarios mostraron ayer su preocupación por la tardanza del dragado y exigieron al Puerto y al resto de administraciones "que los proyectos se hagan". Rafael Domínguez, director general de la Asociación Sevillana de Empresas Turísticas (ASET), concedió sólo un "aprobado justo" al aprovechamiento del río y recalcó que proyectos "hay muchos, pero no se hacen, o se hacen lentamente", denunció.
Antonio Távora, presidente de ASET, marcó la meta: que Sevilla tenga vuelo directo a Nueva York y sea punto de salida de cruceros, no sólo ruta de paso.
