Transporte de contenedores por ferrocarril en el Puerto de Sevilla en una imagen de archivo. / Antonio Acedo
El Puerto de Sevilla se prepara para que el tren juegue un papel fundamental en el transporte de mercancías. Ya lo empezó a ser en 2012, cuando el tráfico ferroviario de contenedores que salían o entraban del puerto representaban el 18% del volumen total el resto llegaba por barco. Con esos números sobre la mesa, la Autoridad Portuaria se ha puesto manos a la obra e invertirá 1,6 millones en la adaptación de sus infraestructuras ferroviarias a la mayor demanda existente, en unos trabajos que se centrarán en dos tramos, que discurren entre Geocisa-Puerta Este y Galia-Puerta Oeste, con una longitud de unos 1,5 kilómetros. También se contempla en el proyecto el arreglo de la báscula de pesaje en vías del Muelle de Tablada.
La obra, que tiene un periodo de ejecución de cinco meses, se abordaría sin afectar al tráfico existente en el Puerto de Sevilla. Así se recoge en el pliego de condiciones del proyecto, que salió el pasado sábado a concurso público, donde se plantea realizar la obra en tramos o cupones, de manera que al finalizar el turno de trabajo quede expedita la vía en servicio, circulando los trenes a velocidad reducida. Es más, los pliegos recomiendan la posibilidad, para cumplir los plazos y no afectar a la actividad del puerto, que los trabajos se puedan hacer también de noche y fines de semanas. Hasta se informa de las horas donde no suele haber actividad ferroviaria. Además, la renovación, con el desmontaje de la vía existente, permitirá, según el proyecto, contar con una plataforma de mayor capacidad portante, catalogada como P2, código determinado a las plataforma de carácter medio.
Las empresas tienen hasta el 28 de noviembre para presentar sus respectivas ofertas. Una vez cerrado el plazo, se procederá a la apertura de sobres. De cumplirse las previsiones marcadas en los propios pliegos de condiciones del proyecto, la adjudicación de la obra se tendría que producir a finales de año, con lo que los primeros trabajos podrían arrancar a partir de 2014.
