El II Plan de Barrios y los planes de rehabilitación integral son las principales bazas del Gobierno local en muchas zonas de la ciudad. Ayer se aprobaron dos proyectos que deben ser estrellas para el PSOE -Alcosa y Regiones Devastadas-. Ambos llevan varios días marcados por las críticas de un sector vecinal y del PP.
El Gobierno local no ha logrado eludir la polémica ni en Alcosa ni en Regiones Devastadas. Los dos documentos marco de estos proyectos, que afectan a más de 30.000 vecinos, fueron aprobados ayer por unanimidad. Pero si en el primero de los casos la sesión transcurrió sin debate -aunque ha habido varias protestas públicas de un sector de los afectados-, en el caso de Regiones Devastadas el debate provocó tal nivel de tensión que derivó en un enfrentamiento entre Urbanismo, un sector de los vecinos, los asesores del PP, los del PSOE y todos los concejales. Los proyectos que respondían a demandas vecinales se están encontrando con voces de rechazo y con la campaña de los populares, que intentan que el PSOE no saque rédito de ellos.
Durante la pasada semana le tocó el turno a Alcosa, donde un sector vecinal -que desde el Gobierno insisten en que es minoritario- se rebeló contra la propuesta de Urbanismo de que los residentes tuvieran que abonar el 20% del coste de la rehabilitación de sus viviendas, mientras que el resto lo asumirían las administraciones. Y ayer, el turno fue para Regiones Devastadas. Un proyecto pionero en Sevilla que implica la demolición de los bloques y su posterior reconstrucción. Mientras tanto, serán realojados, y para el futuro las 210 familias tendrán tres opciones: volver a su barrio en régimen de alquiler con los mismos precios que abonan ahora; adquirir sus viviendas en propiedad a precios de mercado o reubicarse en una VPO para la que tendrán preferencia en otro punto de la ciudad.
Éste es el protocolo acordado entre Ayuntamiento, Junta y Estado, que depende aún de un estudio de la situación de cada una de las familias, de la concreción de los plazos -la previsión es que sea este año- y de las conversaciones que mantiene el área de Urbanismo con los vecinos. Entre éstos hay voces críticas, que alentaron el discurso del PP y protagonizaron un enfrentamiento con Urbanismo.
El PP votó a favor, pero reprochó la actuación del Gobierno local, que respondió acusándole de "utilizar demagógicamente" a los vecinos y de no haber hecho nada cuando era subdelegado del Gobierno. El alcalde llegó a insinuar incluso que los vecinos le reclamaron por escrito que actuase cuando era delegado del Gobierno, una acusación que Zoido negó y que el PSOE no demostró. El regidor arremetió contra el portavoz de la oposición: "A Sevilla le conviene que haga el trabajo que hace ahora, lo le vendría fatal es lo que representa volviera a gobernar".
Las intervenciones de PP y PSOE fueron aplaudidas desde los bancos. Y ahí se inició otro rifirrafe. Los populares acusaron a los asesores socialistas se infringir las normas para aplaudir a Monteseirín, lo que derivó en duras acusaciones de las bancadas populares: "Aplausos a mil euros (...)", llegaron a decir. Los socialistas negaron haber aplaudido y señalaron a tres jóvenes universitarias.
El tercer frente se abrió en los pasillos. Coral Vera, una vecina de Regiones Devastadas que aseguraba hablar en nombre de la asociación, criticó la actuación del Gobierno local: "No nos han informado, queremos que nos dejen como estamos o que nos rehabiliten las viviendas y podamos comprarlas a precios simbólicos". Le respondió el coordinador de Urbanismo, Manuel Rey, interrumpido y acusado de "mentiroso" por varios vecinos: "No reconozco a esta señora como presidenta vecinal ni sé si trabaja para el PP. Remitimos toda la información el 23 de abril. Estamos hablando con todos y elaborando un estudio detallado".
Pese a esto, la voz de Vera respaldada por el PP fue la única que se escuchó. No hubo vecinos ni de Alcosa ni de Regiones Devastadas que alabaran la gestión municipal.
