El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, mantendrá hoy en el Palacio de San Telmo, una reunión con el nuevo presidente del PP-A, Juan Ignacio Zoido, apenas nueve días después de que el alcalde de Sevilla sucediera a Javier Arenas al frente de los populares andaluces. El Ejecutivo andaluz anunció este encuentro a la vez que comunicaba que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, recibiría a Griñán en La Moncloa el 30 de julio, en respuesta a la petición que le hizo por carta el líder andaluz.
El encuentro de hoy se produce en un clima enrarecido: la Junta y el propio Griñán han elevado el tono de alerta y acusan abiertamente al Gobierno de querer desmantelar el Estado de las autonomías, y de “doblegar de forma autoritaria a las comunidades, especialmente a Andalucía”. Los socialistas andaluces acusan al PP-A de cómplice, de traicionar el Estatuto, apelan al espíritu del 28-F e instan a Zoido a elegir entre la defensa de su partido o la defensa de los intereses andaluces. Desde Madrid, no dejan de caer sospechas sobre las dificultades de Andalucía para cumplir con el objetivo de déficit.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, pone en tela de juicio la viabilidad de las cuentas andaluzas, y de fondo trasluce la “amenaza” de una intervención forzosa, o de una intervención indirecta, como ha llamado el vicepresidente Diego Valderas al fondo de rescate financiero que el Gobierno ha puesto a disposición de las regiones. En este fuego cruzado entre ambas administraciones, Zoido y el PP andaluz también acusan a Griñán de estar fomentando la confrontación con el Gobierno y de escudarse en el victimismo autonomista y en las críticas a los recortes de Rajoy, para no explicar a los andaluces la difícil situación de las cuentas autonómicas, los retrasos e impagos de la Junta y, sobre todo, las medidas de ajuste que está acometiendo. Éste es el panorama, tenso y complejo, con el que se encuentran por primera vez el jefe del Gobierno andaluz y el jefe de la oposición. En lo único en lo que ha coincidido ambos es en la necesidad de recuperar la “lealtad institucional”, un objetivo que Griñán también trasladará a Rajoy en su próxima cita.
El presidente andaluz pedirá “colaboración” a Zoido, y llevará como aval el consenso que logró la semana pasada con la patronal y los sindicatos UGT y CCOO, en sendas reuniones. Zoido lleva la propuesta de un plan con medidas de contención del gasto corriente en la Junta por unos 500 millones de euros.
Un acercamiento se antoja difícil. La secretaria de Política Institucional del PSOE-A, Verónica Pérez, dijo ayer que es “una magnífica ocasión para que el PP-A se pronuncie sobre los recortes de Rajoy”. La vicesecretaria de Políticas Sociales y Acción Sectorial del PP-A, Dolores López Gabarro, pidió a Griñán “huir de la confrontación” y centrarse en los problemas de los andaluces”.
