C.R.
La Policía Nacional, la Guardia Civil, los Bomberos y la Unidad Militar de Emergencias no se dan por vencidos en su batalla para arrancar a Marta de las aguas del Guadalquivir. Tras un fin de semana de búsqueda infructuosa en los colectores de Emasesa, desde hoy el despliegue se extiende a la zona media del río, donde se encuentran los cultivos más importantes y donde se usa abundante agua fluvial.
Según fuentes del Instituto Armado, ahora el rastreo se prolonga a los arrozales de la localidad sevillana de Isla Mayor y a los motores y balsas de riego de la zona, por si la fuerza del agua en la bajamar pudo arrastrar el cadáver de la menor hasta esos pequeños canales, con menos uso en estos meses pues no es época de siembra.
De hecho, ayer ya se incorporaron a la búsqueda motos acuáticas de la Benemérita, que fueron examinando el tramo comprendido entre Isla Mayor y Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), donde desemboca el Guadalquivir. Las motos necesitan poco calado para navegar y su reducido tamaño les permite acercarse a las riberas de forma más efectiva que las embarcaciones. Tienen gran cilindrada, en ellas se pueden trasladar cuatro personas y hasta un perro, por si detecta algún rastro.
En paralelo a esta labor, los buzos siguieron trabajando bajo la pasarela de Camas desde la que se supone que se lanzó el cuerpo al agua; ya se han inspeccionado más de 2.000 metros cuadrados del lecho del río en esa zona. El barco dotado con una sonda que recoge imágenes en tres dimensiones del fondo del Guadalquivir se movió ayer en el tramo más urbano del río en Sevilla.
Se espera que hoy se incorporen al rastreo otros dos perros llegados de Holanda para reforzar el despliegue de 13 perros especializados con que ya contaban los agentes españoles; esos dos se suman a los cuatro canes holandeses que desde ayer peinan las márgenes.
