Bien harían los aficionados del Recreativo y del Betis en concienciarse de que sus equipos son de Segunda división. O al menos eso es lo que deben extraer del soporífero encuentro de ayer que, no obstante, posibilitó a los béticos alzar su cuarto Colombino.
De nuevo dibujó Tapia de salida su clásico 4-2-3-1, pero la primera mitad de lReal Betis fue una sombra de la del día del Zaragoza. Sólo Pavone y Óscar López -que se retiró a los 18 minutos echándose la mano al muslo- repitieron en el once que tan bien lo hizo el sábado. Y el juego del Betis cambió sustancialmente. Sobre todo se echó de menos al nigeriano Sunny Sunday.
Como dándose la bienvenida a Segunda, los dos recién descendidos se esperaban tan atrás que nadie era capaz de dominar el esférico y trenzar ninguna jugada con sentido. Finalmente, la china le cayó al Recreativo, que al menos era capaz de dar dos pases seguidos. Eso sí, en el minuto 7 un tiro de Caffa que iba a puerta lo desvió Pavone.
El primer tiro a puerta llegó en el minuto 19. Candeias, recién fichado del Oporto por el Decano, chutó desde fuera del área y Ricardo, en el primero de una larga lista de errores, no atajó el balón. Luego, en el 28, el portero internacional portugués no fue capaz de despejar bien y el balón le cayó al propio Candeias, que, con todo a favor, le pegó aún peor que su compatriota.
El choque era aburridísimo y el poco peligro del Betis llegaba por las bandas gracias a Caffa y Xisco. Este último puso un gran centro en el 32, que Sergio García remató cerca del poste de Guaita. Fue la mejor ocasión de una primera mitad que no pasará a la historia. Poco antes del descanso, Iriney recogió un balón en zona de tres cuartos y abrió con calidad con el exterior hacia Caffa, éste no quiso ser menos y, tras driblar con clase a su marcador, desbarató la, ojo, mejor jugada del choque al chutar de forma defectuosa con el exterior a las manos de Guaita.
EL SOPOR AUMENTA. Si mala fue la primera parte, la segunda fue aún peor. Para muestra un botón: el primer disparo a puerta lo hizo Poli en el minuto 80, el primero del Betis lo firmó Iriney en el 85.
Los dos equipos demostraron también en la segunda mitad el poco fútbol que atesoran en sus botas, y la primera parte bética del pasado sábado parecía un sueño ya pasado. Sólo había peligro en jugadas aisladas y en disparos kilométricos, por lo que las aficiones se decantaron por cantar para no sucumbir al aburrimiento. Para rubricar el cúmulo de despropósitos, el trencilla tuvo que expulsar al recreativista Barber por protestar airadamente tras recibir una amarilla.
Mucho tendrán que mejorar ambos conjuntos, que se han trazado como objetivo ser aspirantes al ascenso, si quieren volver a Primera, sobre todo en ataque. En lo positivo hay que destacar que en defensa el Betis no tuvo mayores problemas, así que la primera lección de Tapia, y por la que el baenense cimenta todos sus equipos parece aprendida. Y también, cómo no, el hecho de que los heliopolitanos sumen una Carabela más, y ya van cuatro. Aunque en pretemporada los resultados sean lo de menos, a nadie le amarga un dulce.
