El sueño de la ‘Décima' vive su primera final. El Real Madrid recibe sin margen de fallo a un Olympique de Lyon que provocó en el estadio Gerland uno de los peores encuentros de la temporada del conjunto madridista, que ahora llega a la cita en su mejor momento.
Ni las estadísticas, que señalan que el Real Madrid nunca ganó al Lyon en las cinco ocasiones que se han cruzado en Liga de Campeones, ni un pasado reciente que deja al conjunto madrileño en la barrera de octavos de final durante cinco temporadas consecutivas, son argumentos que perjudiquen a la moral con la que afronta la plantilla la gran cita de la temporada.
Los jugadores sólo piensan en repetir una remontada similar a la que protagonizaron ante el Sevilla para alcanzar el liderato, conscientes de que el ambiente mítico del Bernabéu en las noches europeas les empujará hacia un resultado positivo que haga olvidar el 1-0 en contra de la ida.
Apostará Manuel Pellegrini por la opción más ofensiva. Las importantes bajas de Xabi Alonso y Marcelo, ambos sancionados, hacen que se decante por Lass como ancla del equipo arropado por Granero y Guti para lanzar ataques que derriben el muro del Lyon, equipo que lleva seis partidos sin encajar un solo gol.
Llega una de esas citas señaladas en las que los grandes jugadores están obligados a aparecer. Las miradas se dirigen a Cristiano Ronaldo, regular en su rendimiento, y a Kaká, que debe despejar dudas.
Junto a los sancionados Marcelo y Xabi Alonso son bajas Pepe, Drenthe y Benzema. Especialmente dolorosa la ausencia para el francés, que recayó de su pubalgia por su deseo de jugar unos minutos en Gerland.
Saldrá tocado Sergio Ramos, por una infección en una uña del dedo gordo del pie izquierdo tras un pisotón. Está dispuesto a ser infiltrado y jugar con una bota de medio número superior por no perderse un encuentro que el vestuario blanco califica de final.
El lyon es un muro. Mientras, el Olympique de Lyon llega con la intención de dar la campanada, sabedor de que no es favorito pese al gol de ventaja. Sus jugadores valoran el fortín que es el Bernabéu en Liga, no en Europa, donde ya venció el Milan, y saben que están condenados a superar el nivel que se les supone para lograr por tercera vez en su historia el pase a cuartos de final de la Liga de Campeones.
El partido del Santiago Bernabéu se ha convertido en una obsesión para los franceses. "Tenemos que hacer una hazaña", dice el portero Hugo Lloris, que sabe que le espera una tormenta ofensiva madrileña. Pero el guardameta internacional se escuda en una estadística demoledora. Y es que suma 630 minutos sin recibir un tanto, lo que equivale a siete partidos, incluida la ida en Gerland contra el Real Madrid.
El equipo viajó al completo a la capital española con la excepción del brasileño Bastos, que sufre un dolor muscular y no forma parte de la expedición. Los que sí están son el argentino Lissandro y Cissokho, aunque ambos sufren molestias tras el choque contra el Boulogne.
