Según informaron a la agencia Europa Press fuentes de Moncloa, el céntimo verde, que se aprobará en el marco de la reforma energética que ultima el Ministerio de Industria, se imputará exclusivamente al gas natural, y no afectará de este modo a los combustibles de automoción.
La intención es destinar la recaudación a reducir el déficit tarifario -desfase entre el precio regulado de la electricidad y el coste de producirla-, en lugar de elevar los ingresos fiscales. Este desfase asciende ya a 24.000 millones en términos acumulados, y crece a un ritmo de 6.000 o 7.000 millones de euros al año.
Los operadores de productos petrolíferos consideran que el aumento de la imposición fiscal sobre los carburantes está afectando al consumo, y también a los costes energéticos de particulares y empresas. Ya habían advertido al Gobierno de que "la competitividad de la economía española se vería seriamente perjudicada" con otro incremento de la fiscalidad de los carburantes, en un momento especialmente difícil en el que España ha vuelto a entrar en recesión económica.
De hecho, los combustibles de automoción ya están gravados por el llamado céntimo sanitario, y algunas regiones (Valencia, Castilla y León, Cataluña, Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha y Andalucía) han ido aprobando a lo largo de 2012 subidas en el tramo autonómico del mismo. Según el sector, estas alzas acarrean un impacto en el precio medio de unos dos céntimos de euro por litro de carburante.
Además, al aumento de los impuestos especiales de la gasolina y del gasóleo aplicado en junio de 2009 de 2,9 céntimos de euro por litro, hay que añadirle el IVA, que subió del 16% al 18% el 1 de julio de 2010.
El efecto acumulado de todos estos refuerzos impositivos desde 2008 supone 10,3 céntimos de euro por litro en la gasolina (un 18%) y 9,2 céntimos en el gasóleo (20%). Y la subida del IVA al 21% a partir de septiembre elevará más estos recargos y, por ende, el coste final del producto.
A julio de este año, el 48,29% del precio del litro de gasolina y un 42,69% en el caso del gasóleo correspondían a impuestos, según cifras de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos.
Los datos de recaudación de la Agencia Tributaria revelan que en 2010 el Estado ingresó 11.085 millones de euros por impuestos especiales sobre los hidrocarburos, mientras que por la carga fiscal de electricidad se captó casi la décima parte (alrededor de 1.370 millones de euros).
