El proyecto de los túneles de la SE-40 bajo el Guadalquivir se reduce a la mitad, de cuatro tubos a dos, pero este punto clave no se convertirá en un cuello de botella como el puente del Centenario porque habrá tres carriles por sentido como en el resto de la segunda ronda de circunvalación de Sevilla. Éste fue el mensaje que lanzó ayer el secretario provincial del PSOE sevillano, José Antonio Viera, que reiteró que el paso bajo el río podrá absorber sin problemas el tráfico previsto.
En declaraciones al programa Hoy por hoy Sevilla de la Ser, Viera dio un paso más detallando cómo va a ser finalmente el recorte en los túneles, un anuncio que hizo en julio el ministro de Fomento, José Blanco, en el foro Los Diálogos de El Correo. En este marco admitió que los recortes económicos obligaban a “hacer algún túnel menos de lo previsto”, para el día siguiente apostillar el propio Viera que se iban a quedar tres carriles por sentido pero sin explicar cómo.
Ayer sí lo hizo: el proyecto se reduce a dos túneles (inicialmente eran cuatro) pero en vez de tener cada uno dos carriles como estaba previsto se van a aumentar a tres.
Así se garantiza que no se producirá un tapón, porque aquí se van a mantener los tres carriles por sentido que tiene toda la SE-40, que se ha diseñado con una gran mediana para en el futuro habilitar un cuarto carril en cada dirección. Por ello, y teniendo en cuenta que el dibujo inicial era de dos carriles por túnel, el miedo era que se produjese un estrechamiento con los consiguientes embotellamientos, como los que todos los días hay que soportar en un puente del Centenario que nació pequeño (dos carriles por sentido para una ronda, la SE-30, que tiene tres) por mucho que se abra alternativamente el carril reversible.
Eso sí, quedan todavía muchos detalles por concretar, especialmente cómo se van a encajar tres carriles donde están diseñados dos. Porque una cosa es segura: el diámetro (14 metros de excavación, 12,6 de interior) no se puede ampliar porque las tuneladoras se encargaron para estas dimensiones y ya no se pueden reajustar. Menos todavía si, como ayer dijo Viera, “las dos tuneladoras están prácticamente por ultimar”.
Aquí hay que recordar que el proyecto se dividió en dos partes, túneles Norte y Sur, cada una adjudicada a una unión temporal de empresas con su propia tuneladora para acelerar los plazos, dos máquinas (encargadas a la firma francesa NFM Technologies) que en teoría tenían que haberse entregado el pasado febrero.
S
i el tamaño de los túneles no se puede agrandar, sólo queda la opción de cambiar su diseño interior. El dibujo inicial es de 3,5 metros por carril, con dos arcenes (de uno y 2,5 metros) y una acera de 0,75, con lo que hasta que Fomento diga cómo va a ejecutar la obra todo parece indicar que la única opción es estrechar.
Otra duda es si se utilizarán una o dos tuneladoras y si los túneles que se harán serán los de la parte Sur (que entran desde Dos Hermanas) o la Norte (desde Coria). Tampoco está cuantificado un ahorro que será considerable, ya que este paso del Guadalquivir sale por más de 514 millones de euros sin incluir su equipamiento, es decir, alrededor del 25% de los casi 1.400 millones que cuesta la SE-40 al completo.
Sin renunciar a completar el proyecto cuando haya fondos
Los túneles se reducen de cuatro a dos, pero no se renuncia a resucitar el diseño original el día de mañana. El secretario general del PSOE, José Antonio Viera, aseguró ayer en la Ser que la infraestructura quedará "preparada" para que los dos túneles que ahora se amputan se construyan "cuando económicamente" sea posible.
Viera precisó que esta solución contempla "que los carriles de entrada y salida" van a tener "la suficiente dimensión y número para el tráfico calculado por el Ministerio de Fomento", por lo que defendió que este tramo de la SE-40 funcionará "con total garantía de fluidez" en el tráfico una vez inaugurado.
Inicialmente, cuando se preveía abrir la SE-40 en 2014 como tarde, se calculó que al día circularían del orden de 120.000 vehículos, una cifra que superaría los 140.000 en 20 años. Mientras llega ese momento se sigue trabajando en la embocadura de los túneles, unas obras en un tramo (el cuarto de la ronda) que se mantienen a un ritmo ralentizado que contrasta con la velocidad en el primer sector (La Rinconada-Alcalá de Guadaíra) que, según dijo ayer Viera, inaugurará el ministro de Fomento en unos días.
