Pepe Mel desplazó a toda la plantilla a tierras tarraconenses para la celebración del ascenso, incluidos los lesionados -a excepción de Odonkor, que sigue rehabilitando en Alemania-, pues la intención del técnico es la de premiar a todo el plantel por su excepcional temporada.
Al llegar a Santa Justa, la expedición bética coincidió con la del Recre, que cogió el mismo AVE para desplazarse hasta Huesca, donde esta tarde juegan un partido intrascendente, con los dos equipos salvados y sin aspiraciones.
Juan Merino, ahora segundo del Recre, se fundió en un abrazo con Rafael Gordillo, Vlada Stosic y Roberto Ríos en la cafetería del tren, donde departieron un buen rato y recordaron viejos tiempos, en especial aquel regreso de Burgos tras el ascenso de 1994. Por cierto que el utillero José Manuel Acuña ha metido en el equipaje varias decenas de las gafas del ascenso de Burgos -con enormes escudos del Betis en las lentes, que impiden ver nada- que seguramente lucirán hoy futbolistas y acompañantes en el trayecto de vuelta y durante el paseo en el autobós descapotable por las calles de Sevilla. El trianero Dani, héroe bético en la final de Copa de 2005, también viajaba en la expedición onubense y tuvo ocasión de saludar a sus ex compañeros.
Los futbolistas béticos esperaban encontrarse en tierras catalanas con Miki Roqué, que se está tratando en Barcelona del tumor maligno que le detectaron en la pelvis el pasasdo mes de marzo, pero finalmente el chaval no se podrá desplazar para ver el partido. El tratamiento que sigue es muy fuerte.
