El rector de la Universidad de Sevilla (US), Antonio Ramírez de Arellano, ha calificado de "parches que no resuelven el fondo del problema" --y sí ponen en "riesgo" el sistema universitario-- las medidas llevadas a cabo por la administración central en lo referente a elementos de la política universitaria como becas, precios públicos o la carrera de profesores e investigadores, acciones que ha encuadrado en el marco de una "incertidumbre" que considera el verdadero "peligro" en tanto que no se ofrecen alternativas de manera clara. En un extenso repaso a la actualidad universitaria española y andaluza con motivo de la conferencia 'Universidad y crecimiento inteligente' en el Fórum Europa, Ramírez de Arellano, asimismo, ha apuntado al interés de algunos sectores por desprestigiar la educación superior, en el sentido de tratar de convencer de no estudiar, siendo esta posibilidad una opción cierta de "eliminar barreras sociales". Así, ha señalado la "argumentación hipercrítica" con razones como la "sobrecualificación" --ha recordado que cuando los alumnos españoles salen al extranjero son calificados como "perfectamente cualificados"--, la falta de respuesta a las necesidades de los sectores productivos o la escasa rendición de cuentas a la sociedad. "Incluso se cuestiona el valor que tienen hoy los estudios superiores", ha añadido el rector, quien considera un "ridículo galáctico" que se minusvaloren estudios tales como los de Humanidades. Para justificar su razonamiento, manifiesta el máximo representante de la Hispalense que en Andalucía se cuantifica la contribución de las universidades públicas al desarrollo territorial revelando que mientras la inversión pública en educación superior apenas supera el 1 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) regional, la aportación de las sedes académicas andaluzas al PIB de la comunidad llega al 4 por ciento. Es decir, que cada euro invertido en educación superior se multiplica por cuatro en el PIB regional. LAS UNIVERSIDADES PUBLICAS ESPAÑOLAS, ENTRE LAS 1.000 MEJORES Por otro lado, ha recordado que España cuenta con 47 universidades públicas y que todos los rankings nacionales de calidad docente, excelencia investigadora y transferencia de conocimientos están encabezados por éstas, mientras que en el mundo hay más de 20.000 sedes universitarias, quedando situadas "absolutamente todas" las públicas de España entre las 1.000 mejores, con lo que "nuestro sistema universitario público se coloca íntegramente en la elite mundial del 5 por ciento". Para el rector de la US, la institución "no está ni en más ni en menos crisis que el resto de la sociedad, con la que sin duda debe ser solidaria". Lo que sí lo está es la financiación de los servicios públicos, "y desde luego lo estará de forma estructural el modelo de universidad pública si la decisión política es que la escasez de recursos se convierta en permanente". De hecho, la universidad pública, ha subrayado, está en uno de los mejores momentos de su historia gracias a su modelo de autonomía de gestión. Al hilo de este punto, Ramírez de Arellano ha alertado del intervencionismo soterrado tras la pretendida reforma universitaria, recordando que la utilización de las universidades es una pretensión "histórica" de algunos segmentos. "Estoy seguro de que el primer bote pronto de cualquier gestor de poder, ya sea político o fáctico, es querer controlar también a las universidades públicas", ha asegurado, subrayando que "podría resultar, para algunos, sugestivo un control partidario o empresarial del presupuesto de más de 400 millones de euros que tiene la Universidad de Sevilla, o de los más de 2.000 del sistema andaluz". SE INTENTA LEVANTAR "OTRA LIEBRE" "Se habla de una mayor presencia de la sociedad en los sistemas de designación de estos cargos, pero la sociedad está muy presente en ellos, de forma que debo entender que se trata de una propuesta que intenta levantar otra liebre, si así puedo decirlo", ha afirmado, agregando que, al ser más del 90 por ciento de las decisiones del Consejo de Gobierno de la universidad de carácter académico, deben ser éstos los que ejerzan la gestión. Ha puntualizado que "al rector no lo designa el Gobierno, como ocurría en otros tiempos y algunos desean en la actualidad, ni el rector elige a los decanos y directores de centros, ni éstos deciden quiénes dirigen los departamentos". No obstante, "ello no impide que la universidad funcione de forma armónica con niveles de eficacia elevados y envidiables". Por otra parte, ha calificado de "buena idea" promover la Formación Profesional, aunque ésta requiere "sectores productivos convencidos y comprometidos, con las ideas claras de qué necesitan". También ve interesante que las universidades participen, coordinadas con la Junta y las empresas andaluzas, en el nuevo Plan de Formación de Andalucía. En opinión de Ramírez de Arellano --que ha reclamado a los responsables ministeriales que "no caigan en ese furor legislativo en materia educativa, típico en nuestro país, con cada cambio del signo de gobierno, o incluso sin que haya cambio de signo", apelando una vez más al diálogo-- lo "lógico" será que los gobiernos tengan a la educación superior y a la investigación como prioridades "absolutas". Al respecto, ha ejemplificado en la US indicando que se trata de la primera universidad española en creación de patentes (más de cien sólo en el pasado año); la primera universidad andaluza en contratos de investigación, en captación de fondos europeos y en creación de empresas con base en el conocimiento generado en la propia universidad; o la generación directa e indirecta de más de 28.000 empleos. LA US, NI UN EURO GENERADO DE DEFICIT De hecho, en el presupuesto de la Hispalense para este año, reducido en un 8,26 por ciento con respecto al de 2013, las únicas partidas que registran aumentos son las dedicadas a docencia, a investigación y las ayudas a estudiantes con especiales dificultades sobrevenidas. La Universidad de Sevilla "no ha generado un solo euro de déficit o de deuda al erario público desde que se inició la crisis", ha aseverado su rector. En clave local, Ramírez de Arellano ha confirmado que tras las últimas inyecciones económicas la universidad se encuentra en mejor situación después de las dificultades de tesorería derivadas del incumplimiento de los compromisos de pago de la Junta, "lo que ha llevado, por cierto, a la injusta situación de ser financiados por nuestros proveedores, con paciencia infinita". Ahora, el rector pide que se mantenga controlado el débito y que no se vuelva a la tesitura anterior. Por último, el rector ha vuelto a incidir en la problemática suscitada por las limitaciones en la contratación y promoción de profesores derivadas de las restricciones en la tasa de reposición impuestas por el Gobierno central.
