El alcalde de Estepona, David Valadez (PSOE), descartó ayer su dimisión tras ser imputado por presunta prevaricación y omisión del deber de perseguir el delito en el caso de la construcción de una vivienda en suelo rústico por parte del jefe de gabinete de Alcaldía, imputación que, según dijo, aún no le ha sido notificada, por lo que denunció su "indefensión absoluta".
El alcalde compareció voluntariamente en el juzgado número 4 de Estepona que instruye la causa -y que el CGPJ estudia inspeccionar- y se puso a disposición de la justicia para mostrarle toda la información del expediente que abrió tras conocer el caso por la prensa loca, por el que sancionó al jefe de gabinete y paralizó la obra, y se mostró convencido en que el asunto "se archivará, aunque el daño causado es tremendo".
Defendió que "con total diligencia se han dado todos los pasos que corresponden en derecho" y aseguró que no ha cometido ninguna ilegalidad ni ha tenido una "actitud de connivencia". Asimismo, atribuyó la imputación a que "jamás se le perdonará el haber contribuido a esclarecer lo que en este ayuntamiento estaba ocurriendo". La denuncia de Valadez destapó el caso Astapa, por el que fue encarcelado el anterior regidor socialista, Antonio Barrientos, actualmente en libertad bajo fianza.
El PP anunció que pedirá al Parlamento andaluz que inste al Gobierno a disolver el consistorio de Estepona e insistió en reclamar la dimisión de Valadez, si bien éste señaló que sólo lo hará por una moción de censura o por que se lo pida su partido. Hasta el momento, el PSOE le ha mostrado tototal apoyo al defender su "honestidad" y criticar la estrategia "histérica y miserable" del PP, según el secretario de Organización, Rafael Velasco.
