La aurora de la ciudad de los rascacielos, con sus cuatro columnas de cieno y sus negras palomas, vuelve a estar de actualidad gracias a una edición especial de Poeta en Nueva York, el gran poemario de García Lorca, con ilustraciones de Alfredo González y bajo el cuidado de Pedro Tabernero.
Hoy mismo será presentada en la Universidad de Columbia (Nueva York) este volumen, apoyado en una muestra con los textos e ilustraciones que lo componen. Esta exposición, según aseguran sus responsables, podrá ser visitada en febrero en la capital hispalense, si bien todavía no se ha confirmado su emplazamiento y se barajan varios patrocinadores.
El proyecto supone el comienzo de la colección Poetas y ciudades, y esta primera entrega ha requerido el mecenazgo de la Junta de andalucía, la Fundación Alisios, Canal Sur, la Columbia University, The Spanic Society of America y el Instituto Cervantes. En palabras de Pedro Tabernero, "este libro nace de viajes a Estados Unidos, donde me sorprendió la gran aceptación que tiene Lorca. Se me ocurrió hacer un Poeta en Nueva York por el goce de hacerlo. Fue tomando cuerpo, fui probando a autores gráficos con cuidado de que las ilustraciones no destruyan las metáforas o las hagan demasiado evidentes", dice el director artístico sevillano.
Se trata, además, de la primera edición ilustrada de esta obra paradigma de las vanguardias poéticas del 27. "Me lo confirmó Antonio Muñoz Molina cuando era director del Cervantes de Nueva York", asegura Tabernero. "Lo que hay es una versión en collage, o con dibujos de Alberti y Lorca, pero nada de estas características, un libro concebido íntegramente desde el mundo de la ilustración".
Finalmente, el ilustrador elegido fue Alfredo González, autor de los más de 70 excelentes dibujos en lápiz de color y tinta china que acompañan los versos del genio de Fuentevaqueros. Tabernero destaca en esta labor el enorme desafío que supone enfrentar la obra de Lorca con los mencionados materiales, "que dificultan mucho la cuestión de los volúmenes", así como la refinada técnica de González, "que tiene un componente expresionista muy cercano al espíritu del poeta".
En una breve nota incluida en este volumen, el poeta y crítico literario Miguel García-Posada recuerda que "Poeta en Nueva York es el libro de la poesía total; la poesía del amor y desamor de los hombres solos y los animales sacrificados. Es también el libro de la rebelión contra los poderes, celestes y terrestres, que impiden la libre realización de todo lo creado", explica.
Entre 1929 y 1930 durante su estancia como becario en Columbia University Federico García Lorca, escribe los poemas de Poeta en Nueva York, libro que supondría una grata conmoción entre los poetas de todo el mundo, y que inspirarían a músicos tan diversos como Leonard Cohen o Enrique Morente.
El poeta granadino brinda una visión conmovida y sensible ante la maquinaria implacable de la ciudad.
Este poemario de gran actitud crítica se refiere esencialmente a la deshumanización de las grandes urbes, esas ciudades sin sueño donde "La luz es sepultada por cadenas y ruidos/ en impúdico reto de ciencia sin raíces", y por cuyos barrios "hay gentes que vacilan insomnes/ como recién salidas de un naufragio de sangre".