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Feria de Abril

El ‘reinado’ de la tortilla se hace fuerte frente al jamón

Las tapas y bebidas de las casetas no suben pero los socios se quejan de que “son caras”.

el 16 abr 2013 / 21:16 h.

  Las casetas mantienen los precios de las raciones y tapas para combatir los efectos de la crisis. Las casetas mantienen los precios de las raciones y tapas para combatir los efectos de la crisis. María Jesús y sus amigas están más pendientes de ver bajar a Jaime Ostos de un coche de caballos que de lo que están saboreando en primera línea de caseta en el Club 375, en Joselito El Gallo. “¡Mira, ahí está! ¿Lo ves? Se acaba de bajar del carro”, comentan apoyadas en la barandilla. Acaban de almorzar y con el listado de precios en la mano –el mismo del año pasado– realizan un balance económico de lo que se han metido entre pecho y espalda. “La verdad es que no ha subido nada, ni el plato de gambas [ayer estaba a 13 euros] ni la jarra de rebujito [a 7,50 euros]. Sí es cierto que tenemos menos dinero, pero el precio de las tapas y raciones se ha mantenido para alivio de los socios”. Lo dice con la carta en la mano, la misma de 2012, pues no se le ha cambiado ni la fecha para no incrementar los gastos. María Jesús es socia de la caseta desde hace muchos años. Su condición de jubilada le hace gozar de cierta estabilidad económica, por lo que dice que “apenas” ha notado la crisis económica en su entorno familiar. Eso sí, ella y sus amigas aseguran abiertamente que desde hace un par de años han sido testigos de un cambio en las preferencias de muchos feriantes, que han dejado de un lado el plato de jamón para convertir a la tortilla de patatas “en la reina de la mesa”.   De esta misma opinión son también María y su amiga, ambas de la caseta Los del 84, en la calle Juan Belmonte. En la sobremesa y con las cabezas de gambas aún asomando en los platos, recuerdan que hace dos años bajaron los precios y que ahora se ha optado por repetir la misma carta. “La jarra de rebujito pasó de nueve a siete euros, aunque aun así resulta cara pues no hay que olvidar que muchas familias tienen miembros en paro y sin ninguna ayuda”. Quizás por ello, insisten también en que la tortilla de patatas, a cinco euros, y el plato de tomates aliñados, también a cinco, suelen ser “muy socorridos” en las comandas, “sobre todo cuando llega mucha gente a comer”. Asimismo, admiten que como están las cosas una persona que vaya a la Feria de Abril “necesita como mínimo 50 euros para pasar el día entero (incluyendo sólo almuerzo y cena)”.   Para evitar sorpresas y poder pasar un buen día en el recinto de los Remedios, un grupo de amigos comparte su secreto en la caseta del Distrito Casco Antiguo. Son diez y cada uno ha puesto 20 euros. “Tenemos un presupuesto de 100 euros y con eso vamos a pasar todo el día. Así nos sale más barato. Mira hemos pedido una ración de langostinos a siete euros, varias tortillas de patatas a cinco euros cada una, y varias jarras de rebujito, que aquí están a ocho...”, detalla uno de ellos.   Muy cerca de allí, en la caseta de la Hermandad de San Esteban, los cofrades se muestran satisfechos con los precios, pues no han experimentado ninguna subida y se han ajustado al bolsillo del ciudadano. El mayordomo de la cofradía señala que este año han tenido dos cenas del pescaíto: una en preferia más económica a 13 euros y otra el pasado lunes a 35. Somos conscientes de los apuros que están sufriendo muchos sevillanos, que también tienen derecho a divertirse un poco aunque sea solo por unos días”. Aquí, bajo las lonas consagradas al Cristo de la Salud y Buen Viaje y a la Virgen de los Desamparados, el calor se combate con jarras de cerveza, a siete euros, de rebujito, a nueve, y la media botella de manzanilla a seis. Para las familias con niños pequeños la hermandad ha dispuesto de raciones de seis montaditos surtidos a 14 euros y de croquetas caseras a nueve.   Otro de los reclamos a la hora de aplacar el hambre es el menú del día, a cuatro o cinco euros en casetas de entrada libre, como las de los distritos municipales o los partidos políticos. “Así sí se puede venir a la Feria”, apunta Alberto padre de tres hijos que opta por pasar el día lejos de la calle del Infierno. “Los llevé el domingo y les he dicho que ya no están”.   Al margen de estos engaños absolutamente necesarios para el bolsillo de los padres, también hay quien recarga fuerzas antes de llegar a la portada. El bar La Sureña de la calle Asunción ha incluido la jarra de rebujito en su pizarra con motivo de la semana de farolillos. Por seis euros –es el sitio más barato, pues en el Real ronda de siete a nueve euros–, se puede refrescar el gaznate y además tapear viendo el trasiego de flamencas. La iniciativa está teniendo su público y en apenas dos días se ha convertido en una parada obligada para el feriante que esquiva la crisis.

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