"Ojos verdes, verdes como la albahaca, verdes como el trigo verde y el verde, verde limón". Mercedes, que ronda los 85 años, canturrea a petición popular la copla de Concha Piquer. Su letra esquivó la barrera que el alzheimer hundió en su memoria. Lo que aconteció en su vida después de que apareciera la enfermedad divaga en ninguna parte. Sin embargo, la copla sobrevive y, además, la relaja. Por eso, su fisioterapeuta, Fran Rivas, de 30 años, suele amenizar la sesión con la voz de la Piquer. Marifé de Triana es otra de las habituales. "Ya me sé las canciones de memoria, pero, por lo menos, está tranquila", cuenta Fran.
El fisioterapeuta trabaja en el Hogar Virgen de los Reyes desde su apertura en 2002, por lo que ha sido testigo de su transformación, que terminará en septiembre y que ha conllevado la rehabilitación integral del centro. Asegura que la obra "ha supuesto un punto de inflexión". Y también una inversión de cinco millones de euros de la caja del Plan 8.000 con una duración de 13 meses. El resultado ha sido la reforma de 15.000 metros destinados a los servicios sociales, con la recuperación de las cubiertas, la instalación de aire acondicionado en todas las estancias o la sustitución del cerramiento. Todo, con el visto bueno de los trabajadores de las áreas que ya están en funcionamiento. Las demás los estarán en septiembre.
Una de las que está activa es la escuela de verano. Isabel Morillas, de 55 años, es su orgullosa responsable. Trata de hablar mientras una pandilla de chiquillos revolotea a su alrededor. "La mayoría de los niños que vienen al centro tienen muchas dificultades, muchos son de madres inmigrantes", explica. En invierno, el aula se convierte en guardería por la mañana y en ludoteca por la tarde.
Éste, el de guardería, es uno de los servicios incluidos en el centro social polivalente, uno de los tres que forman parte del Hogar. Los otros dos son el centro de servicios sociales Macarena, que incluye una unidad de día de menores, y el centro de atención a las personas sin hogar e inmigrantes. En éste último habrá algunas novedades ya que, en primer lugar, no hay plazas como tales, sino que, como ha explicado el delegado de Bienestar Social, Enrique Lobato, "el centro acoge y resuelve el problema y los deriva a al sitio oportuno". Además, se funcionará con acuerdos específicos con distintas entidades. El primero ya se ha firmado con la Facultad de Odontología de la Universidad de Sevilla para proporcionar asistencia bucodental.
Durante una visita al centro, el delegado se topó con alguna petición aún no resuelta. Al entrar al aula de los mayores, Encarnación Jiménez, de 88 años, levantó los ojos de su folio con sumas de seis cifras y se quedó mirándolo fijamente:
-¿Qué pasa, que el alcalde no viene?
-¿Qué pasa, que yo no soy lo suficientemente importante?, le respondió Lobato.
-Sí, pero es que el alcalde es muy simpático.
Encarnación lleva cuatro años asistiendo al Hogar Virgen de los Reyes y haciendo "tonterías de estas", dice mientras enseña su folio de operaciones matemáticas y vuelve a concentrarse en sus cuentas, murmurando los cálculos en voz baja.
Los mayores que acuden al centro sufren algún tipo de deterioro cognitivo, que traducido tiene dos vertientes mayoritarias: demencia o alzheimer. Isabel Escribano, de 30 años, es terapeuta ocupacional y trabaja desde hace un año en el Hogar. "Es muy gratificante porque, aunque en las personas mayores los avances son muy pocos, se trata de que mantengan sus capacidades". Para conseguirlo, Isabel supervisa actividades como pintar, colorear u otro tipo de manualidades y se queja de que "tenemos dificultades para encontrar material adaptado a los mayores".
Con todos ocupados, el delegado, Enrique Lobato, señaló que la reapertura del centro beneficiará al barrio creando empleo directo e indirecto así como impulsando la zona comercial más cercana. Y sentenció: "En septiembre disfrutaremos del corazón de los servicios sociales de Andalucía".
