El renacer de la Oliva

El Ayuntamiento de Lebrija contratará a 17 desempleados mayores de 30 años, con cargo al Plan Emplea@30+, para formar el equipo que rehabilitará la iglesia de Santa María de la Oliva, que data del siglo XIII

el 13 oct 2014 / 12:00 h.

Estado actual de la cúpula del templo lebrijano. Estado actual de la cúpula del templo lebrijano. Allá por el siglo XIII, en medio del núcleo urbano de Lebrija, se erigió un edificio que es una de las joyas de la corona de este municipio del Bajo Guadalquivir: la iglesia de Santa María de la Oliva. Los muros de este edificio sacro respiran historia, y es que el gótico-mudéjar, el romanticismo y el neoclasicismo se asoman en cada uno de sus elementos arquitectónicos. Pero el paso del tiempo no pasa en balde, más cuando la parroquia es el punto de encuentro de muchos feligreses. Conscientes de ello, el Ayuntamiento de Lebrija y la propia parroquia promueven la rehabilitación de este conjunto que fue declarado Bien de Interés Cultural en 1931. Lo hará valiéndose de uno de los mecanismos impulsados por la Junta de Andalucía: el Plan Emple@30+. Un total de 17 lebrijanos mayores de 30 años y desempleados serán contratados durante seis meses para formar el equipo que se encargará de la intervención, prevista para el mes de noviembre. Unos contratos que cuentan con un presupuesto de 89.400 euros. Una vez se finalice el estudio previo de este conjunto histórico de más de 3.000 metros cuadrados de planta, y según las necesidades que presente el edificio, se determinará el personal necesario para la intervención, explica Quiró. Monumenta 21 –título con el que se conoce la actuación– pretende «preparar la iglesia para el futuro», explica la arqueóloga municipal, Agustina Quiró. En primer lugar se prevé la «consolidación preventiva» de todo el edificio, con tal de seguir sumando cronologías. En segundo lugar, se pretende diagnosticar y planificar futuras actuaciones para garantizar la continuidad del edificio. Uno de los objetivos de esta intervención es rehabilitar ciertos espacios –ahora en desuso por no encontrarse en sus condiciones óptimas– para devolverlos a su cometido. Véase el caso de las estancias para la catequesis, que hasta ahora se impartían «en locales cedidos», según el párroco Manuel Arroyo, o como el despacho parroquial, ambas estancias muy vinculadas al uso de la iglesia. En este sentido, Quiró recuerda que la arquitectura «a diferencia de otro tipo de arte destaca por su carácter funcional», por lo que, recalca, «lo primero que hay que mantener es su función».  También se quiere recuperar el espacio de la plaza del hospital, alrededor del patio de clavería, o el Patio de las Naranjos, que a día de hoy se caracteriza por sus grietas, y no por su belleza inicial. Además, entre las actuación previstas está la de devolver a su lugar o estado precedente elementos y obras artísticas «que se han modificado o movido sin permiso», como esculturas o rejas, apunta la arqueóloga. Pero la propuesta va más allá, ya que, según Quiró, se pretende realizar un inventario de las piezas. Además de la implicación de esa casi veintena de lebrijanos que se beneficiarán de la intervención y del Plan Emple@30+, tanto el Ayuntamiento como la parroquia invitan a todos los feligreses a participar de este renacer de la historia de su joya sacra. La propuesta es que los ciudadanos ayuden mediante la aportación económica o de materiales para realizar la actuación, y que, según el borrador del proyecto, rondaría los 20.000 euros. Siendo un patrimonio del pueblo, el párroco cree firmemente en que «corresponde a todos» el mantenimiento y sostenimiento de la Iglesia de Nuestra Señora de la Oliva una vez se rehabilite. De momento, el interés por el proyecto parece ser general, «y ya ha habido gente interesada en colaborar», asegura Arroyo, motivo por el que agradece «la sensibilidad por lo bello y por acercarse a Dios». Sin embargo, el proyecto técnico tiene que contar con la luz verde del Obispado, por lo que hasta entonces no se puede empezar con la actuación.

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