Local

El repunte estival de robos en viviendas se muda del Centro a Triana y Nervión

La Policía ha detenido en agosto a 27 personas por este delito; son ya casi medio centenar si se suma julio. En un mismo bloque de pisos de la Plaza Virgen de la Amargura se han presentado siete denuncias.

el 04 sep 2013 / 23:30 h.

TAGS:

Edificio de Triana en el que se han presentado siete denuncias por robos en domicilios. / EL CORREO Edificio de Triana en el que se han presentado siete denuncias por robos en domicilios. / EL CORREO No hay manera de evitarlo. Cada verano, con el fin de las vacaciones, la estampa y el mal trago se repiten. Llegar a casa tras pasar unos días fuera y encontrar la desagradable sorpresa de que han entrado a robar y nadie ha oído ni se ha dado cuenta de nada. Este año, sin embargo, se aprecian ciertos cambios en el tradicional modus operandi de los ladrones. Por un lado, cambian y perfeccionan las técnicas para entrar en los domicilios sin forzar la puerta aunque ésta sea blindada, y por otro los delincuentes han optado este verano por abandonar el Centro –donde habitualmente se delinquía más por sus calles desiertas y estrechas, que permitían a los llamados hombres araña pasar de casa a casa– y se han trasladado a otros barrios como Triana y Nervión para asaltar viviendas vacías. La Policía Nacional ha tenido así un verano especialmente intenso de trabajo que, solo en el mes de agosto, se ha saldado con la detención de 27 personas por robos en domicilios. En julio, la cifra de arrestados se quedó por debajo de la veintena. Pero aún mantienen abiertas investigaciones porque algunos propietarios se han ido encontrando que han accedido a sus casas según han ido regresando de las vacaciones. Es el caso de un bloque de 28 pisos enclavado en la Plaza Virgen de la Amargura, en el barrio de Triana, donde siete vecinos han presentado sendas denuncias por robos con fuerza en sus domicilios, con una diferencia de escasos días entre ellas –la primera fue interpuesta el pasado 26 de agosto y la última consta con fecha de 30 de ese mismo mes–. También se han registrado casos similares en la calle San Vicente de Paúl. Una de las vecinas afectadas recibió una llamada mientras estaba en la playa. La señora que habitualmente acude a su casa para ayudarle con la limpieza se extrañó al abrir la puerta y comprobar que la llave no estaba echada y que tampoco había nadie en su interior. Cuando comprobó el estado de la vivienda vio que el dormitorio principal estaba completamente revuelto. Los cajones y el armario estaban abiertos y la ropa esparcida por el suelo y la cama. Una vez que el matrimonio regresó apresuradamente de su descanso constató que no les faltaba nada. Buscaban joyas y dinero y no tenían ninguna de las dos cosas en casa. En esta ocasión, ser precavidos y tener sus pertenencias más valiosas en el banco les ha ahorrado un disgusto mayor del que ya supone la violación de la intimidad cuando entran a robar en casa. Una de sus vecinas de planta no tuvo tanta suerte, a ella sí le sustrajeron dinero y joyas. El hecho de que los ladrones elijan un mismo bloque e intenten saquear el mayor número de pisos posible no es una manera de actuar infrecuente. Se decantan por un edificio del que estudian los movimientos. Si hay pocos vecinos, entonces, se deciden a actuar. Suelen ser robos rápidos, tanto de día como de noche, en los que los delincuentes apenas pasan unos pocos minutos en el interior de las viviendas y tienen un objetivo muy definido: el botín se centra, en la mayoría de los casos, en el dinero en efectivo y en las joyas. En algunas ocasiones, se acompañan de pequeños dispositivos tecnológicos como móviles, pero lo habitual es lo primero y es fundamental que sean pequeños objetos que no levanten sospechas si se encuentran de forma casual con algún vecino al entrar o salir del edificio. La Policía ha constatado que, como es habitual en la época estival, se ha producido un repunte de robos con fuerza en el interior de los domicilios, aunque como particularidad este año, se han registrado más denuncias en los barrios de Triana y Nervión por este tipo de asaltos que en el Casco Histórico, donde suelen ser más frecuentes al quedar más desierto con el cierre temporal de los comercios. De hecho, en los meses de julio y agosto apenas se han registrado denuncias en el Centro. Uno de los problemas con los que se enfrentan los agentes de Policía es que suelen ser delincuentes reincidentes que apenas pasan unos días en la cárcel. Además, suelen ser grupos organizados y también itinerantes que actúan en diferentes provincias, lo que dificulta las investigaciones y la conexión entre los robos. Es el caso de la banda que desarticuló la Policía hace apenas unos días con la detención de tres de sus miembros, de origen croata, en Málaga y que había perpetrado una quincena de robos en domicilios vacíos de varias provincias andaluzas, siete de ellos en Sevilla y ocho en la capital malagueña. El grupo, que se hospedaba con identidades falsas en hoteles pagando al contado y por estancias cortas, batía una zona y llamaba con insistencia a los porteros automáticos para cerciorarse de que no había nadie en el interior de las viviendas. Entonces cogían las herramientas para forzar las puertas y actuaban de una manera rápida y precisa. También a principios de agosto, los agentes detuvieron a dos jóvenes de 28 y 33 años de nacionalidad búlgara, tras ser sorprendidos in fraganti mientras robaban un piso. En este caso, eran miembros de un grupo que contaba con expertos cerrajeros que actuaban tras señalizar las puertas con papeles para comprobar que no tenían inquilinos.Los ladrones, como en este caso, han mejorado las técnicas para acceder sin forzar las puertas.

  • 1