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El responsable de Tussam dimite por mediar el PSOE en la huelga

Guillermo Gutiérrez afirma que se va por «dignidad» y «coherencia».

el 21 abr 2010 / 10:28 h.

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La paralización de la huelga de Tussam se cobró ayer su primera víctima política: el vicepresidente de la empresa de transportes públicos, Guillermo Gutiérrez, presentó su dimisión por "dignidad" y "coherencia", después de que el PSOE andaluz tomase directamente las riendas de la negociación con una doble reunión el martes, tras las cuales se acabaron formalmente los paros. Tras insistir en que estos encuentros -en los que no estuvo presente- eran "un error de bulto" y arremeter contra la secretaria de Organización del PSOE-A, Susana Díaz (lo que le valió incluso la reprimenda de la Ejecutiva Provincial socialista), a Gutiérrez casi no le quedaba otra salida que la dimisión, que formalizó en la misma mañana de ayer.

Con la resaca de una negociación que terminó pasada la medianoche del martes, los autobuses funcionaron ayer con absoluta normalidad, pese a que la huelga estaba suspendida y no desconvocada. Cuestión muy diferente era el ambiente político, porque era evidente que el paso dado por el PSOE en contra incluso de la dirección de Tussam iba a tener sus consecuencias. En el Ayuntamiento la cuestión cayó como una bomba, y ayer todo fueron esfuerzos para morderse la lengua y no deslegitimar lo hecho por el partido, pero fuentes municipales subrayaban que el gesto ha sido una ingerencia política en una cuestión (una negociación sindical) absolutamente municipal. Y ello por no hablar de que ha quedado al pie de los caballos la autoridad de un Gobierno municipal que había mantenido un pulso firme con el comité de empresa de Tussam.

Desde el PSOE, por el contrario, se repetía una y otra vez el mismo mensaje: lo importante es que la huelga se ha acabado. Al margen de las formas o de la mayor o menor legitimidad para negociar, lo evidente es que ya no había paros y con eso había que quedarse. Además, se reiteró que la reunión fue exclusivamente política, que no se menoscabó la autoridad municipal y que no se hizo ninguna concesión a los sindicatos de cara a la futura negociación que deben volver a mantener con el Ayuntamiento hispalense.

Con todos estos mimbres, en el cesto resultante había un claro perdedor, Guillermo Gutiérrez, que había reiterado hasta la saciedad que Tussam no iba a ceder al "chantaje" sindical y que los trabajadores no iban a obtener la clásica victoria del Lunes del Pescaíto. Fuentes del PSOE-A señalaron que estaba tan cerrado en banda que hacía imposible cualquier negociación.

Y a todo esto, ¿cómo se tomó el Ayuntamiento la nueva situación? Pues con la obsesión de hacer llegar el mensaje de que el futuro plan de viabilidad de la empresa "nacerá sin ninguna condición previa", tal y como reiteró ayer el delegado de Movilidad, Francisco Fernández, presidente de Tussam, que sí estuvo en la reunión. Los sindicatos han exigido mejoras salariales y hacer fijos a los trabajadores eventuales, pero su último caballo de batalla ha sido su oposición a la externalización de las líneas que la empresa considera deficitarias. Fernández insistió en que en el encuentro "no hubo negociación ni por parte del partido ni por el Ayuntamiento".

Los sindicatos no ven así las cosas, ya que según el secretario general de CCOO en Tussam, Miguel Pereira, se acordó "paralizar todo proceso de externalización" para reanudar la negociación. Para Gutiérrez no hubo precisamente añoranza: "Ha tenido un problema que no ha sido capaz de solucionar".


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