El actual formato de series de ascenso fue creado en la temporada 2003/04. Desde entonces, sólo dos conjuntos han sido capaces de superar un 2-0 adverso del duelo de ida, Roquetas y Ciudad de Santiago, de Tercera.
El Écija se ha conjurado para rebatir las combinaciones numéricas. El once que adiestra Josep María Nogués necesita superar el 2-0 que logró acumular el Huesca en el duelo de ida en El Alcoraz. En la hemeroteca reposan catorce antecedentes de negativo desenlace para el cuadro azulino y sólo dos que catapultarían al once de San Pablo a Segunda.
El primer 2-0 de un encuentro de ida data de la campaña 2003/04, en la que se modeló el actual sistema de ascenso. En aquel ejercicio, el Huesca, encuadrado en el Grupo B-1 del play-off a Segunda B, se imponía en su feudo al Noja. El cuadro cántabro, campeón de su grupo, fue incapaz de reinvertir los dígitos en La Caseta (1-0).
El Alcoyano emuló al plantel oscense aquel capítulo anual en la segunda ronda, cuando se impuso en Alcoy al Mar Menor (2-0) e igualó en Murcia (0-0). El Granada 74, que eliminó al Puertollano, y el Cerro de Reyes, que apeó al Bollullos, fueron capaces de conservar la renta de dos goles y se clasificaron para la final, aunque ninguno logró el propósito del ascenso.
En la 04/05 conservó un 2-0 favorable el Reus, que se impuso en su feudo al Mar Menor y repitió la gesta a domicilio en el pleito decisivo (3-4). Una temporada más tarde, la 05/06, hubo cuatro casos en los que los equipos supieron lograr su propósito con un 2-0 de la ida. El Arcos cumplió con el trámite y, tras vencer en el Antonio Barbadillo al Granada Atlético, firmó tablas en Los Cármenes (0-0).
El histórico CD Logroñés derrocó al Escobedo en el Nuevo Las Gaunas y finalmente asaltó la Segunda B pese a perder en el duelo de vuelta en el Eusebio Arce (1-0), mientras que el Guijuelo, del grupo A-3, doblegó al Langreo en la ida en su feudo y en la vuelta en Asturias (1-2).
En la 06/07, con el sorteo de sistema de eliminatorias puro, tres equipos prolongaron el mito. El Torrevieja, encuadrado en el Grupo 5, ganó en la ida en su feudo al Utebo y conservó la renta en el choque de vuelta en Aragón pese a la derrota (1-0). Un histórico de la talla del Toledo cumplió con los pronósticos y, tras derrocar en el Salto del Caballo al modesto Coruxo, asaltó la final ante el Algeciras tras igualar (2-2) en Galicia.
En esa campaña se sumó al pleno de estadísticas un conjunto sevillano. El Betis B, dirigido en aquella etapa por Paco Chaparro, se impuso al potente Reus en la Ciudad Deportiva Manuel Ruiz de Lopera (2-0) y, pese a perder en Cataluña (2-1), logró el histórico ascenso a Segunda B.
Y ha sido en la quinta campaña de existencia de las eliminatorias de ascenso, la actual 2007/08, cuando se han producido los dos únicos casos en los que el 2-0 de la ida no fue suficiente para clasificarse para la final. En el plano negativo para el Écija, Villanueva, Santa Eulalia y Almansa cumplieron con el rito y, tras imponerse en su feudo, supieron conservar la renta a domicilio ante Portugalete (1-0), Mutilvera (1-1) y Mallorca B (1-2), respectivamente.
Sin embargo, Roquetas y Ciudad Santiago firmaron la excepción que confirma la regla. El cuadro almeriense sucumbió ante el Catarroja valenciano en la ida (2-0), aunque en la vuelta logró igualar la eliminatoria. La tanda de penalties decidió la suerte para los andaluces.
Y el Ciudad de Santiago, rival acérrimo de la histórica SD Compostela, logró su propósito pese a perder 2-0 en la ida ante el Monzón. El conjunto aragonés no fue capaz de conservar su renta y, tras perder 3-0 en el Multiusos de San Lázaro, fue eliminado.
Las estadísticas no son el principal aliado del Écija, aunque el potencial ofensivo y el espíritu de Roquetas y Ciudad de Santiago deben ser suficientes para creer en la hazaña del ansiado ascenso a Segunda. El reto, rebatir las matemáticas.