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El reto de ser mujer y policía

La Jefatura de la Policía Local acogió ayer la primera jornada Policía y Sociedad, organizada por la recién creada Asociación de Mujeres Policías nacida con el objetivo de algutinar a todas las que prestan servicio en algún cuerpo

el 28 may 2014 / 21:33 h.

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15778913En 1981, hace 33 años, la mujer se incorporaba a la Policía Local de Sevilla, un cuerpo de seguridad que hasta entonces era terreno de hombres. «No había ni servicios, ni vestuarios para nosotras», recuerda Pepa Lepe, que desde el mes de enero preside una asociación nacida para albergar y dar cabida a todas las mujeres que prestan servicio en algún cuerpo policial, aunque también reconoce que «queda mucho camino por andar». La Asociación de Mujeres Policías (Mupolia) acaba de comenzar andar y ayer celebró sus primeras jornadas, bajo el título Policía y Sociedad, en las que estuvieron representados todas las instituciones relacionadas con el mundo policial y judicial, y en las que se destacaron aspectos como la conciliación de la vida familiar y laboral en este sector. En la actualidad en toda Andalucía hay 700 mujeres que prestan servicio en algún cuerpo policial, según los datos ofrecidos por el consejero de Justicia, Emilio de Llera, quien clausuró junto con el alcalde, Juan Ignacio Zoido, y la subdelegada del Gobierno, Felisa Panadero, estas jornadas. De ellas, en la Policía Local hay en la actualidad 78 mujeres, «siendo la primera de la promoción de este año una mujer», destacó Zoido. La asociación ya cuenta con 51 y esperan ir sumando poco a poco más miembros «porque queremos abarcar toda Andalucía», señaló Lepe. Unas agentes que tienen «la difícil tarea de conciliar su vida familiar y laboral, con la complejidad de que éste sigue siendo un mundo de hombres», aseguró la abogada y vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Pilar Sepúlveda, que participó en la primera de las dos meses, y en la que se trató las dificultades para conciliar en un trabajo que tiene entre otras peculiaridades la complejidad de los diferentes turnos, entre ellos, el de la noche. Pero las jornadas también se centraron en una labor formativa importante, con una mesa dedicada a las relaciones con las diferentes instituciones, entre las que se encontraba la Fiscalía, la Administración de Justicia e Instituciones Penitenciarias. De esta forma, el fiscal de Seguridad Vial, Luis Carlos Rodríguez León, destacó la importancia de la labor policial al ser ellos los que tienen el primer «contacto» con los conflictos y los ciudadanos. Rodríguez León incluso abogó por una «vinculación mayor» entre la Policía el Ministerio Fiscal, apostando incluso por el hecho de que sea éste último el que se encargue de la instrucción de los casos, de tal forma que se fomente «la estrecha colaboración durante la investigación entre el fiscal y la Policía, y que el juez se dedique a juzgar y a ejecutar lo ejecutado». Por su parte, la titular del Juzgado de lo Penal número 10, Encarnación Gómez, destacó «la importancia» que cobra el atestado policial, «que debe contar con el máximo de detalles posibles», y la propia declaración de un agente tanto en la instrucción como en el juicio. Así, dijo que en los casos en los que las vistas judiciales se llegan a celebrar hasta dos años después de que hayan ocurrido los hechos «el testimonio policial se vuelve fundamental incluso para poder acreditar una atenuante o una agravante». La magistrada puso como ejemplo los supuestos en los que se comete un delito bajos los efectos de la droga, pues hay ocasiones que sin un informe médico «se ha podido reconocer esta atenuante con la declaración de un agente que vio al individuo con claros signos de haber consumido drogas cuando cometió el delito». De hecho, una de los aspectos más elogiados y que más se destacó ayer es la proximidad de la Policía Local con el ciudadano. El propio alcalde puso en valor que los agentes de la Policía Local «son los que mejor conocen lo que ocurre en una ciudad, en un barrio o en una comunidad de propietarios». Una reflexión que también compartió el consejero de Justicia quien recordó que «la Policía Local es la que está más cerca de la gente de la calle». «Son los intermediarios reales», afirmó, tras explicar que una buena mediación de los agentes puede evitar que muchos conflictos acaben en una denuncia judicial. «Se tiende a criminalizar y judicializar todo.», apuntó también en este sentido Rodríguez León. En las jornadas también intervino la directora del Centro Penitenciario de Alcalá de Guadaíra, Isabel Cabello, el único exclusivo de mujeres en toda Andalucía, que relató su experiencia como mujer en el mundo de las prisiones. «En mi placa pone director y con un rotulador he tenido que añadirle la a», contó entre otras muchas anécdotas. Ella destacó la importancia del trato que la Policía tiene con los detenidos, pues insistió en que todo el trabajo institucional «tiene que basarse en el respeto».

«En casos como la violencia de género la complicidad de una agente puedeserclave»

«La labor policial de una mujer es igual que la que realiza un hombre, pero sí es cierto que la mujer tiene una sensibilidad especial y en casos como la violencia de género la complicidad que pueda tener una víctima con una agente por el hecho de ser mujer puede ser importante, y hay que aprovecharlo. Así, se expresaba ayer el fiscal de Seguridad Vial, Luis Carlos Rodríguez León, quien defendió el trabajo de la mujer en este cuerpo. En esta misma línea se expresó el consejero de Justicia, Emilio de Llera, quien calificó como «fundamental la labor que realizan los policías locales en la prevención y lucha contra la violencia de género debido también a que son los cuerpos de seguridad que se encuentran más próximos a las víctimas en la tarea cotidiana que desarrollan en sus municipios». A juicio del consejero, «la alerta temprana y la intervención anticipada resultan determinantes en la lucha contra la violencia de género, por lo que afirmó que «la tarea de investigación de los policías locales en el entorno de las víctimas, especialmente en las primeras fases del maltrato, aporta múltiples elementos decisivos para la obtención de pruebas que permitirán que luego en el proceso judicial no recaiga sobre la declaración de la víctima toda la carga probatoria del delito». «Hay que romper esa barrera de invisibilidad, implicando al entorno de la víctima y buscando signos y síntomas que puedan propiciar una pronta actuación que ayude a las víctimas a salir de ese espacio oculto y de silencio antes de llegar a una situación límite y dramática», explicó De Llera. Por este motivo, todos los participantes en las jornadas incidieron en la necesidad de la formación constante de los agentes porque, entre otras cosas, tienen que «tomar decisiones en décimas de segundo y si un policía sabe lo que tiene que hacer no cometerá errores». Por eso, «un policía formado vale lo que sabe y un policía formado tiene mas capacidad de resolución que uno que no», añadió. Por su parte, la magistrada del Penal número 10, Encarnación Gómez, también hizo alusión a la colaboración especial que debe existir entre los agentes cuando los conflictos están relacionados con temas como la violencia de género y la seguridad vial.

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