Salud

"El reto futuro es reducir al máximo la cirugía agresiva en la ortopedia infantil"

Hace unas semanas, el doctor David Farrington saltó a la primera línea al aplicar una cirugía, pionera en Europa, para combatir la escoliosis de detección temprana a una niña.

el 16 jun 2014 / 23:41 h.

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El jefe del servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología Infantil del Virgen del Rocío, sin embargo, evita personalismos.Tanto que, de primeras, baja a las consultas del hospital infantil para fotografiarse con su equipo, al que no deja de citar en la entrevista. Farrington analiza los trabajos de la unidad y desvela un secreto: Fabiana no fue de excursión a Santander. No porque se lo impidiera su doctor, sino por decisión propia y para seguir una evolución que, afirma, «es excelente». El doctor David Farrington, a las puertas del hospital infantil del Virgen del Rocío de Sevilla. / JOSÉ LUIS MONTERO El doctor David Farrington, a las puertas del hospital infantil del Virgen del Rocío de Sevilla. / JOSÉ LUIS MONTERO Cuénteme cómo empezó esta unidad antes de lograr estos hitos. Llegué en 2007, cuando se inició un proceso de renovación en la unidad, con nuevo personal joven con interés y formado en hospitales de prestigio internacional. Se empezó a diseñar las líneas de trabajo, basadas en patología neuromuscular y grandes deformidades de miembros y de columna. Conforma el núcleo duro que permite que el Ministerio de Sanidad nos catalogue como unidad de referencia en 2009. Una de las líneas de trabajo es el desarrollo científico. Eso supone que en casi todos los congresos de la especialidad, el Virgen del Rocío sea de los que aporta más estudios. ¿Qué trabajos hay entre manos? Estamos validando cuestionarios de calidad, uno con el hospital pediátrico de Toronto y otro con el Morgan Stanley de Nueva York. Para quien no lo sepa, ¿para qué sirven estos cuestionarios? El problema es que medimos los resultados del tratamiento en función de una radiografía o rangos de movilidad. Pero no son parámetros que se ajustan a lo que vive el paciente, al que se le debe medir la calidad de vida. Si tenemos una técnica quirúrgica que ofrece resultados radiográficos muy buenos pero no se traduce en que el paciente tenga mejor calidad de vida, no nos vale. ¿Están en este campo más avanzado en EE. UU. que en España? Cuestionarios de calidad de vida hay muchos. La cuestión es que para que tengan valor científico tienen que estar traducidos al idioma de los pacientes. Y esa traducción no es sencilla. Por eso, vamos un poco más atrasados en ese aspecto. ¿Qué pulso aporta el hospitalVirgen del Rocío al desarrollo de la patología neuromuscular? Conseguimos, después de mucho pelear, que el hospital adquiriese un laboratorio de análisis de la marcha, que permite interpretar cómo camina un niño con enfermedad neuromuscular y nos aporta información para tomar una decisión quirúrgica. Somos el único hospital andaluz que lo tiene y uno de los pocos de España. Después hay que tener en cuenta que son pacientes complejos. Psicológicamente es duro y hay que tener sangre fría. Hablo de niños con parálisis cerebral, espina bífida o con la enfermedad de duchenne, con un diagnóstico a veces sombrío y que desde pequeños están sometidos a muchas intervenciones, ingresos y visitas al médico. ¿Qué se le puede decir a un padre ante estas enfermedades? Estos padres sufren una carga tremenda tanto económica como psicológica y emocional. Hay que transmitirles tranquilidad, que sepan que están en buenas manos y que se ofrecen los tratamientos lo más actualizados posible y un peso científico más que contrastado. A pesar de eso, hay algún centro privado que ofrece a estos padres técnicas pseudonovedosas y con poco aval científico a un precio astronómico. Es comprensible que un padre en tal situación invierta todos sus ahorros por su hijo, pero hay que explicarles que tienen a su disposición un nivel de atención más que correcto en la sanidad pública. Jugar con la desesperación. La desesperación es muy peligrosa y muchas personas se nutren de ella para vivir con ciertas técnicas que no sirven para nada. La unidad ha avanzado mucho en paliar deformidades en extremidades, ¿cuáles son las principales técnicas que aplican?   Somos de los hospitales más importantes en fijación externa circular de España gracias al doctor Downey, que se ha formado en centros de EE.UU. La técnica consiste en corregir deformidades severas de piernas y brazos con el anclaje de unos tornillos en el hueso que se van corrigiendo poco a poco. Esta técnica tiene muchos años, lo que sucede es que ha resurgido al incorporar nuevos fijadores circulares más sofisticados. También hay tasas altas de éxito en la corrección del pie zambo. Sí. El programa se puso en marcha hace seis años. Hemos tratado a 150 niños con unos resultados extraordinarios: una tasa de corrección del 90%. El doctor Downey se formó personalmente con el doctor Ponseti, que ha revolucionado el tratamiento del pie zambo. Es un lujo que tenemos en este hospital. ¿Qué mérito o aportación tiene la técnica del doctor Ponseti? Hasta hace 20 años, el pie zambo se trataba casi en exclusiva con cirugía y con resultados mediocres. El doctor Ponseti se emperró en un método de manipulación y corrección de la deformidad con yesos progresivos. Esta técnica se ha ido extendiendo a nivel mundial y hoy en día el tratamiento así es universal. Supone evitarle al niño una cirugía con la colocación de yesos cada semana hasta obtener un pie normal. Uno de los retos será eso, una cirugía lo menos invasiva posible. Hay gran cantidad de patologías que se pueden tratar con cirugía mínimamente invasiva, pero no quita que haya deformidades ortopédicas que requieran una cirugía mayor. El objetivo es que podamos reducir esa agresividad en la cirugía y conseguir resultados mejores. Y si podemos usar técnicas percutáneas, mejor. Y hablando de niños aún más. Por debajo de 10 años, es infrecuente usar anestesia local. Es difícil explicar a un niño que recibirá pinchazo para la anestesia local y no le dolerá. Te dice que nanai de la china. ¿Cómo se abordan las displasias óseas desde su hospital? Son enfermedades raras con una repercusión importante. La más conocida es la osteogénesis imperfecta, más conocida como huesos de cristal. Sufren infinidad de fracturas, con deformidades, que necesitan tratamiento muy específico, medicamentoso y quirúrgico. Por fortuna, se está investigando y se están abriendo muchas líneas desde la terapia génica. El Virgen del Rocío es de los pocos que está involucrado con estos pacientes porque tenemos experiencia y tenemos los conocimientos. ¿La terapia génica es el futuro para atajar las displasias óseas? Sí. Hay que intentar que no se llegue a la situación de la cirugía y la terapia génica es la solución. La mayoría de las displasias óseas se han localizado el trastorno genético. Sólo falta saber qué hay que tocar para resolver ese alteración en el ADN para que la traducción sea correcta. En los próximos 15-20 años veremos resultados. ¿Es tal vez la escoliosis de aparición precoz la línea estrella? Es la que ha tenido más margen de desarrollo, sobre todo por el volumen de pacientes que atendemos, que es muy alto. Eso no ha permitido entrar en un grupo de estudio de la columna en crecimiento, con 26 hospitales de Europa, EE. UU. y Asia. Sólo hay dos españoles: La Paz y el Virgen del Rocío. El proyecto consiste en recopilar información de los tratamientos que se aplican a niños con deformidades a nivel de la columna por debajo de los 10 años. Todo eso se manda a una base de datos que hay en San Diego y, a su vez, todo centro se compromete a realizar subestudios en función de lo que quiera investigar en concreto el grupo. Tras la rueda de prensa, ¿le han llegado más casos de escoliosis? Indudablemente, sí. Recibimos muchas solicitudes a nivel autonómico, pero en las últimas tres semanas ha habido un incremento no preocupante, pero sí sustancial. Tras Fabiana, comentó que hubo una segunda intervención de escoliosis, ¿cómo evoluciona? Bien. Tuvo una complicación importante no tanto por la técnica sino por la cirugía de columna. La población debe entender que no se puede banalizar con una cirugía, que es un proceso muy complejo. Por eso a los padres se les insiste que pregunten cualquier duda porque tienen que tener claro qué se le va a hacer a su hijo. Y, a veces, también se hace partícipe al niño, si éste tiene una edad.

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