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El reto gigante de Marco y Olmedo

El atletismo sevillano pisa por fin el tartán del Estadio Olímpico de Berlín. Lo hace única y exclusivamente para su prueba fetiche, la carrera de 800 metros. Luis Alberto Marco y Manolo Olmedo llegan con una experiencia desigual.

el 16 sep 2009 / 07:25 h.

El atletismo sevillano pisa por fin el tartán del Estadio Olímpico de Berlín. Lo hace única y exclusivamente para su prueba fetiche, la carrera de 800 metros. Luis Alberto Marco y Manolo Olmedo llegan con una experiencia desigual pero con una misma intención: el asalto a la final imposible. Sólo un atleta español en la historia lo ha logrado. Y vive en Castilleja de Guzmán.

Luis Alberto Marco ya sabe lo que es subir a un podio internacional. En febrero pasado se colgó la plata en el Europeo de Turín en pista cubierta. Antes, sólo el gran Antonio Reina lo había logrado en esta prueba en Sevilla, además en dos ocasiones, el bronce de Viena 2002 y la plata de Madrid 2005.

Pero un europeo, y más en pista cubierta, no es comparable ni con su homólogo al aire libre ni mucho menos con un Mundial, réplica de los Juegos Olímpicos. La dificultad es máxima y va in crescendo en las tres carreras, no sólo por el nivel extraordinario de la gran mayoría de los participantes, sino por un sistema de calificación sanguinario. Primero, a partir de las 11:45 de esta mañana, siete series de ocho atletas con billete a semifinales para los tres primeros y los tres mejores tiempos de todas las eliminatorias. El acceso a la final será para los dos primeros de las tres semifinales y los dos mejores tiempos.

Antonio Reina, un atleta excelso, varado (por el momento) por continuas lesiones y otras vicisitudes en los últimos tres años, ha chocado contra ese muro de las grandes finales, la de los Europeos, Mundiales y Juegos Olímpicos. Nadie ha corrido más rápido que él en España en la historia de la doble vuelta a la pista (1:43.83), pero no ha logrado estar nunca entre esos ocho mejores tras cuatro intentos mundialistas, dos olímpicos y uno europeo. En cinco ocasiones corrió las semifinales y en dos de ellas fue tercero (Atenas 2004 y París 2003), pero no pudo entrar por tiempos. Desesperante.

Su actuación en el estadio olímpico de Atenas es la mejor de un español en 800 metros en la historia. Ningún español ha estado en una final olímpica en esta prueba. Y en los mundiales al aire libre, sólo ha habido uno, Tomás de Teresa. Fue en Tokio 1991 y se coló por tiempos después de ser tercero en la semifinal con 1:45.84. En la final fue octavo. De Teresa, cántabro de Santoña, está casado con la que fuera también atleta sevillana Luisa López León (doble campeona de España de longitud), con la que reside en Castilleja de Guzmán. Fue también medalla de bronce en el Europeo al aire libre de Helsinki 94 y plata en los Mundiales indoor de Sevilla en 1991.

Con esa presea plateada se presenta en Berlín el doble campeón de España de 800 en 2009 (indoor y outdoor), Luis Alberto Marco, quien precisamente hoy celebra su 23 cumpleaños debutando en un Mundial absoluto. Su objetivo es estar al menos en semifinales, y una vez allí, ya se verá. Correrá en la quinta serie, prevista para las 12:17 del mediodía. Este año ha corrido en 1:46.47 y su mejor marca personal es de 1:46.23. Lo tendrá complicado. Sólo dos atletas de su serie han corrido más lento que él este año pero aparece como una carrera bastante abierta con un gran favorito, el keniata Kirwa Yego, bronce en Pekín y campeón mundial en Osaka 2007

"Se antoja complicado pasar ya la primera ronda. Lo bueno es que no tengo nada que perder, así que se trata de darlo todo a ver si puedo dar la sorpresa", explicaba Marco sobre el tartán de la Cartuja, abrasado por el calor, un día antes de partir hacia la capital alemana. "Mi marca no refleja mi verdadero valor y es verdad también que en las carreras de los campeonatos suelo rendir bien. La marca no influye tanto, todo dependerá del tipo de carrera. Si sale típica de estos campeonatos y no se corre en 1:44, tendré mis opciones, si no, intentaré mejorar mi marca".

Admite que la cita le produce "una gran ilusión. En el 99 estuve en la grada viendo el todo el Mundial de Sevilla, y quién me iba a decir a mí que diez años después iba a estar yo participando. Es un Mundial, con todo lo que significa para el atletismo", reconoce el atleta de Francisco Gil. En el 99 empezaba a ganar sus primeras carreras como infantil y justo a la conclusión del magno evento de la Cartuja empezó a entrenar con Paco Gil justo en la pista anexa al estadio. "En 2000 gané mi primer campeonato de Andalucía, ¡y fue en un 3.000!", recuerda con nostalgia. La pasada noche no habrá sido tranquila para Marco. "No me suelo poner nervioso antes de la carrera, pero la noche antes me cuesta dormir pensando en lo que voy a hacer según la carrera. No es una más, es un paso importante en mi trayectoria deportiva".

LA INQUIETUD DE OLMEDO.

Manolo Olmedo acude a su cuarto Mundial. Además, ha estado en otros dos Juegos Olímpicos. En Pekín hizo un carrerón y rozó el pase a la final. Unas centésimas lo evitaron. En Berlín se planta con algunas dudas sobre su estado físico. "Desde antes del campeonato de España tengo sensaciones raras. Tengo excesivo cansancio y la musculatura se me endurece. Me han dicho que puede ser un virus y las analíticas me dan valores bajos". El atleta de Pino Montano, no obstante, apunta que "hace tres días entrené muy mal. Luego descansé e hice uno de los mejores test de mi vida. Se ve que el descanso me viene muy bien, pero que recupero mal".

Así las cosas, su rendimiento es una incógnita. "Si sale el trabajo puedo estar en la final, pero también puedo caer en la primera ronda. Corro más cansado de lo normal y en un Mundial hay que ir al 110%, no al 90% como parece que estoy". Olmedo correrá hoy la primera serie a eso de las 11:45 del mediodía junto a otros seis atletas, tras una reorganización de las eliminatorias.

Tiene el cuarto mejor tiempo, y pugnará con dos auténticos cracks, el sudafricano Mbulaeni Mulaudzi, plata en Atenas 2004, y Abubaker Kaki, el sudanés de 21 años, campeón mundial júnior capaz de correr en 1:42.69 en 2008, temporada en la que deslumbró ganando el título mundial absoluto indoor en Valencia, aunque en los Juegos Olímpicos de Pekín, el verano pasado, decepcionó al no meterse sorprendentemente en la final.

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