Cultura

'El rey de Algeciras' regresa a Sevilla con más competencias

El Centro Andaluz de Teatro (CAT) estrena mañana en el Teatro Central de Sevilla El Rey de Algeciras, obra de Juan Alberto Salvatierra que se estrenó en 2003 resultando ganadora del Premio Romero Esteo y que ahora se presenta en Sevilla tras ser revisada y ampliada con ocho nuevas escenas.

el 15 sep 2009 / 21:03 h.

El Centro Andaluz de Teatro (CAT) estrena mañana en el Teatro Central de Sevilla El Rey de Algeciras, obra de Juan Alberto Salvatierra que se estrenó en 2003 resultando ganadora del Premio Romero Esteo y que ahora se presenta en Sevilla tras ser revisada y ampliada con ocho nuevas escenas.

Esta obra es la plasmación de una visión personal e intransferible de la situación social y política de Algeciras (Cádiz) y, por extensión, de la bahía gaditana. Así, el autor "da la palabra para que sea gritada a los que nunca son escuchados, estableciéndose un diálogo directo con el espectador, sin tesituras y sin envoltorios", según anunció ayer el CAT.

El Rey de Algeciras fue presentado ayer a la prensa por la directora general de Industrias Culturales y Artes Escénicas de la Junta de Andalucía, Ana Navarro, junto con el director de escena, Julio Fraga, y los siete actores -Aníbal Soto, Manuel Monteagudo, Marisol Membrillo, Miguel Zurita, Olga Salut, Salvador Reina y Sergio Domínguez Parreño-. En este sentido, Julio Fraga explicó que la obra, que permanecerá en cartel hasta el próximo día 1 de febrero, presentará al espectador una revisión del texto, que fue escrito cuando el autor tenía tan solo 21 años, "por lo que cinco años después es un autor más maduro, con mayor imaginación y creatividad".

Fraga precisó que el texto de Juan Alberto Salvatierra incorpora nuevos personajes y ocho nuevas escenas que, según dijo, "le dan una gran fuerza", y por la que la obra aumenta su duración de los 65 minutos de 2003 a los 90 actuales, aunque bromeó asegurando que "ahora se hace más corta". Además, la obra incluye una revisión de la perspectiva de género, pues mientras que en su primera versión sólo contaba con un personaje femenino que hacía de prostituta desde un lenguaje onírico, ahora, además de aumentarse los personajes femeninos, esta prostituta "se inserta en el lenguaje del realismo sucio y protagoniza cinco escenas, y no una como anteriormente".

De igual modo, Fraga adelantó que uno de los dos agentes de la Guardia Civil que aparecen en escena está interpretado por una mujer, mientras que también se lleva a cabo una revisión del concepto de la madre "que se tira con el hijo en una patera en busca de un mundo mejor". "Este no es un tema de hombres, sino sobre todo de mujeres, madres y niños", puntualizó.

En esta línea, y refiriéndose al drama de la inmigración, el director aseveró que "uno piensa que es un problema del sur de Europa, pero también lo es en cualquier otra parte del mundo, y sólo cambia el nombre del barco donde se trafica con seres humanos", por lo que apostó por "trabajar para darle una solución".

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