Mejorar el sistema educativo es un tema de máxima actualidad en la sociedad española del que se hizo eco ayer el rey Juan Carlos en el inicio del curso escolar al hacer un llamamiento "para alcanzar un sólido acuerdo a escala nacional en torno a la educación". Una propuesta que comparte el ministro de Educación, Ángel Gabilondo.
Don Juan Carlos, acompañado por la Reina y en presencia de Gabilondo y de las autoridades autonómicas y locales, inauguró el curso escolar 2009-2010 en el colegio público Alto Ebro y el instituto de enseñanza Secundaria Montesclaros de la localidad cántabra de Reinosa. El monarca en su intervención abogó por "reconocer, reforzar y prestigiar" la figura de los docentes como protagonistas indiscutibles de la enseñanza, una cuestión también vital para Ángel Gabilondo y para el presiente cántabro, Miguel Ángel Revilla.
El Rey apostó por alcanzar, en materia educativa, "soluciones consensuadas y, por ello mismo, estables y duraderas", en un "acuerdo social y político que, partiendo de espacios comunes que todos compartimos y de un diagnóstico experto e independiente, consiga mejorar, modernizar y estabilizar nuestra educación".
En ese mismo sentido se pronunció Gabilondo, quien aseguró que la Educación requiere de la cooperación de todas las administraciones, porque debe ser una política de Estado, para la que hoy más que nunca es imprescindible el acuerdo de todos. El titular de Educación aclaró que desde el mes de abril su ministerio promueve ese acuerdo, que no será viable sin el concurso de todos, por lo que hay que apartar las diferencias y conseguir el consenso y sostuvo que lograr un pacto educativo será el "desafío" de este curso.
El ministro, que al igual que el Rey defendió que se impulse la igualdad de oportunidades, explicó que el Gobierno quiere un modelo más eficaz y más justo, porque la educación es el motor del progreso y sin ella no sería posible explicar el cambio de la sociedad española en los últimos 30 años.
Autoridad del profesor. La que volvió ayer a hablar de educación y no de forma muy conciliadora fue la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien aseguró que su propuesta de sacar adelante una ley que eleve al docente al rango de autoridad para reducir la violencia escolar pilló "con el pie cambiado" a Gabilondo, quien manifestó que la normativa hay que mirarla "con mucho cuidado" y se mostró más partidario de buscar "soluciones integrales, no sólo de dotar de autoridad sin más".
A pesar de estas dudas del Gobierno central, la Asamblea de Madrid aprobó ayer, con los 67 votos del Partido Popular y la abstención de PSOE e Izquierda Unida (53), una resolución que insta al Gobierno regional a adaptar "las medidas necesarias para reforzar la figura del profesor" mediante la remisión a esta Cámara de un Proyecto de Ley de Autoridad del Profesor. Asimismo, la resolución aboga por extender la enseñanza bilingüe a la Educación secundaria.
A pesar del aparente deseo de Aguirre de mejorar la educación en España, ayer se mostró escéptica con llegar a un pacto de estado de educación con el Gobierno, puesto que no dejó pasar la oportunidad de volver a atacar al presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, al que culpó del fracaso educativo en el país. Indicó que sólo se podrá llegar a un acuerdo con el Gobierno en materia educativa si deja de lado toda la demagogia de la nueva pedagogía socialista, que ha fracasado. "Si esto ocurre, creo que el PP hará un pacto con ellos en materia educativa", concluyó.
