Tan sólo 24 horas después don Juan Carlos llamó al monarca aluí, Mohamed VI, para aclarar la situación y evitar que este conflicto enturbie las relaciones bilaterales e incluso acordaron reunirse en un "próximo encuentro informal".
Los ministerios de Exteriores e Interior valoraban el martes si enviar a Marruecos un responsable por las últimas polémicas. Y hallaron al mejor candidato en el propio monarca español. Así, don Juan Carlos telefoneó desde Palma de Mallorca a Mohamed VI y ambos jefes de Estado coincidieron en que los "malos entendidos" no deben enturbiar las "excelentes" relaciones entre España y Marruecos, según informaron a Efe desde la Casa del Rey.
La conversación ha tenido lugar después de las denuncias de agresiones a ciudadanos marroquíes por parte de la Policía española en la frontera con Melilla hechas por el Gobierno de Rabat en los últimos días. Asimismo la llamada se produce un día después de la reunión entre el Rey y Zapatero, en el que éste ofreció colaboración al país magrebí para aclarar estas denuncias. Zapatero manifestó la "total disposición" a "aclarar, dialogar e informar" sobre estos casos, aunque subrayó que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad actúan con la "máxima corrección".
Reinos amigos. Don Juan Carlos y Mohamed VI constataron el "excelente y fluido clima" de las relaciones entre ambas Casas Reales y jefaturas del Estado, así como en el plano bilateral. Por ello, el Rey y el monarca alauí convinieron en que "no es bueno" que haya "malos entendidos" que puedan perturbar o enturbiar las relaciones entre España y Marruecos. Hasta tal punto que la agencia oficial marroquí MAP, que también informó del contacto, anunció que ambos jefes de Estado acordaron "reunirse en un próximo encuentro informal". Según esta agencia, los monarcas se felicitaron por "la evolución y las relaciones específicas que unen a ambos reinos amigos y vecinos" y por "la acción desarrollada en este sentido por los dos gobiernos estos últimos años".
El Ejecutivo de Rabat ha emitido varios comunicados desde la pasada semana protestando por el trato que algunos de sus ciudadanos han recibido en el paso fronterizo de Melilla y por el supuesto abandono frente a sus costas de ocho inmigrantes subsaharianos en mal estado de salud por parte de la Guardia Civil.
Además la situación se ha convertido en un problema interno para el Gobierno. El Gobierno de Melilla (PP) considera a José Luis Rodríguez Zapatero como "el principal responsable" de los incidentes que se producen en los distintos pasos entre la ciudad autónoma y Marruecos, ya que no se trata de un hecho aislado sino que se llevan produciendo varios años. A preguntas de los periodistas, el vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma, Miguel Marín, recordó que Melilla ha denunciado continuamente estos incidentes instando a La Moncloa a que intensificara su labor diplomática con Marruecos. Una visión distinta ofreció la portavoz del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Yolanda Bel (PP), quien mostró su "confianza" tanto en la labor que desarrollan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como en el criterio del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.
En el PSOE restan trascendencia al asunto y la secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE, Elena Valenciano, aseguró ayer en una entrevista con Europa Press que no cree que las quejas de Rabat abran una "crisis".
Desde la llegada de Zapatero al poder en 2004 las relaciones entre ambos países han sido de colaboración después de los desencuentros durante el Gobierno de Aznar -con asalto al islote Perejil incluido-. Pero desde la visita en 2007 de los Reyes a Ceuta y Melilla se ha producido más de un "malentendido".
