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El Rey transmite en Palma un mensaje de "seguridad" tras el atentado de ETA

El presidente de Baleares, el alcalde de Calviá y los hoteleros de Mallorca agradecieron ayer al Rey la ayuda prestada por la Familia Real tras el atentado de Palmanova y le aseguraron que el crimen de ETA no ha afectado negativamente al sector turístico.

el 16 sep 2009 / 06:50 h.

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El presidente de Baleares, el alcalde de Calviá y los hoteleros de Mallorca agradecieron ayer al Rey la ayuda prestada por la Familia Real tras el atentado de Palmanova y le aseguraron que el crimen de ETA no ha afectado negativamente al sector turístico.

Tras el atentado, tan sólo se han cancelado 55 reservas de hotel en Mallorca, todas ellas en Palmanova-Magalluf, lo que supone un porcentaje prácticamente nulo respecto a las 23.000 plazas de que dispone la isla y muestra la escasa repercusión de la acción terrorista en el sector hotelero mallorquín.

Así se lo comunicaron al Rey el presidente balear, Francesc Antich, el regidor de Calviá -municipio al que pertenece Palmanova-, Carlos Delgado, y los principales responsables de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca, presidida por Antonio Horrach, a quienes don Juan Carlos, de veraneo en la isla, recibió en el Palacio de la Almudaina.

Todos ellos valoraron la importancia de la presencia de la Familia Real en Mallorca y su decisión de mantener tras el atentado la agenda prevista, lo que consideran un apreciable "apoyo a las Islas Baleares como destino seguro", según subrayó Antich al término de su audiencia con el Rey. El presidente balear permaneció reunido una hora con don Juan Carlos, a quien presentó un informe con los últimos datos del sector turístico en el archipiélago, que incluye la evolución del turismo británico y alemán tras el atentado y refleja una situación de "total normalidad", afirmó al término del encuentro.

Tras agradecer la "contundencia" del Rey frente al terrorismo y la "gran sensibilidad" demostrada por don Juan Carlos y el resto de la Familia Real hacia Mallorca y las Baleares desde su llegada a la capital mallorquina, Antich aseveró al Monarca que la situación en la isla es de "total tranquilidad", con un mercado turístico que continúa su actividad con entera normalidad.

En el mismo sentido, el alcalde de Calviá informó al Rey de que se ha restablecido ya la normalidad en este municipio "desde el punto de vista social" y también en lo relativo a la situación turística, que "no ha sido tan gra- ve" como se temía el gobierno local. "Los turistas, hoteleros y comerciantes están tranquilos; vivimos unos días totalmente normales, como cualquier otro mes de agosto", insistió Delgado, quien explicó a don Juan Carlos que, finalmente, el atentado "no ha tenido gran repercusión" entre los visitantes veraniegos.

Por otra parte, el consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, afirmó ayer que tiene conocimiento de que se están produciendo movimientos "en los radicales abertzales para ser un partido legal" en una estrategia marcada por ETA. Además, aseguró que no se les va a permitir "este subterfugio y engaño", y rechazó que haya alguna posibilidad de que exista un final dialogado con ETA. En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Ares afirmó que "no hay ninguna posibilidad de un final dialogado con ETA", y calificó de "absolutamente irresponsables" las declaraciones realizadas por el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, en las que aseguró que se trata de desalojar a su partido también de los ayuntamientos y diputaciones. "La operación es contra ETA", aseguró el consejero.

"A ETA lo único que le queda por hacer es dejar definitivamente la actividad terrorista y, mientras siga manteniéndola, utilizaremos todos los instrumentos del Estado de Derecho para perseguir a los terroristas, ponerlos a disposición de la Justicia y que respondan de sus crímenes", destacó.

Además, una furgoneta del servicio de limpieza del Ayuntamiento de Vitoria, escoltada por vehículos de la Ertzaintza, retiró ayer varios carteles relativos a los presos de ETA y uno de la organización ilegal Segi en el Casco Viejo de Vitoria, en concreto en la calle Cuchillería.

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