Cofradías

El Rocío desafía y gana al cielo

La Redención fue la primera cofradía en alcanzar la Catedral.
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el 29 mar 2010 / 18:51 h.

Las situaciones vividas poco tiempo antes en El Tiro de Línea, en el Salvador con la hermandad del Polígono de San Pablo y, sobre todo, en el Barrio León no hacían presagiar nada bueno en la antigua plaza de López Pintado, pero a la llegada de la agrupación Paz y Caridad de Estepa, encargada de abrir la comitiva, le siguió el anuncio del hermano mayor, José Carretero, de que la Redención sí haría estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral, lo que desembocó en un jubiloso aplauso. Casi cien minutos después de lo estipulado, a las 16.25 horas, se puso en la calle la Cruz de Guía.

De nuevo sonaron las palmas a la apertura de puertas y por fin las calles del antiguo barrio de Santiago se llenaron de capirotes de terciopelo morado. Siguiendo las indicaciones previas del hermano mayor, los nazarenos comenzaban su estación de penitencia sin ningún parón y en filas de tres, comprimiendo al máximo la cofradía para recuperar la media hora necesaria para dejar su sitio en la Campana, una vez ocupado el tiempo de Santa Genoveva, a Santa Marta. Tiempo que, por desgracia, no usó la cofradía de San Andrés.

Sólo diez minutos después, el Señor de la Redención, vestido de blanco tras el paréntesis del año anterior, asomaba ya entre el humo del incienso. El olivo, menos frondoso este año, limpiaba el dintel de Santiago y tras varias horas sin cofradías, de nuevo un paso de misterio pisaba las calles de Sevilla. Y bien que se notaba en una abarrotada plaza en la que hubo quien esperó desde la una de la tarde. Tres horas que bien merecían la pena para comprobar el movimiento del misterio que tallara Castillo Lastrucci, exquisitamente adornado con rosas rojas y lirios morados.

Tras salvar sin problemas el dintel, el capataz Paco Reguera arrió el paso ya en la plaza y ya en la segunda chicotá en la calle comenzó el recital de la agrupación musical de la hermandad tras el titular que le da nombre. La Redención y Aniversario en Santiago fueron las marchas con las que la excepcional cuadrilla del paso de misterio se perdió por la calle Santiago en busca ya de la anchura de Juan de Mesa.

ROCÍO DEL CIELO. Al igual que el Señor, el paso de palio de la Virgen del Rocío comenzó su andadura con marchas dedicadas a la imagen. Rocío de Vidrié fue la previa de María Santísima del Rocío, obra del costalero del misterio Joaquín Caballero Payán y que se estrenó junto al antiguo Corral del Conde.

Aunque la gran novedad del día fue el renovado bordado del palio, obra de Paquili Carrera y que lució con toda la intensidad que el sol le permitía. Además posibilitó un movimiento de bambalinas más acompasado del acostumbrado en este paso.

La salida se vio parcialmente eclipsada por una llovizna que acompañó al Rocío en sus primeros pasos en la calle. Pero como dijo Carlos Yruela, capataz del paso de palio, justo antes de afrontar la maniobra de salida, la hermandad se conjuró para "enseñar al Rocío por los cielos de Sevilla", cielos que finalmente respetaron a la cofradía.


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