"¿Hay que ver la vuelta?", es todavía a estas horas la pregunta más repetida, aunque también hay ciudadanos algo más exaltados: "¿Por la calle Francos para ir a la Constitución? ¡Esto es tremendo, hay que tener vergüenza!", exclamaba una sevillana.
¿Y el rodaje? Mientras tanto, en San Francisco, una docena de coches y otros tantos ciclomotores a los que se han sumado luego cuatro coches de caballos, constituyen el parque móvil del rodaje. De improviso, una motocicleta baja por la calle Chicarreros, se encuentra en San Francisco con dos automóviles negros rugientes y humeantes, por los que asoman unos tipos con metralleta, y emprenden una breve pero trepidante persecución hasta la avenida de la Constitución.
Ninguna incidencia hasta el momento, salvo la espesa niebla que está haciendo desparecer la Giralda a la vista de todos.
