El Cajasol confirmó su excelente momento. Venció y convenció en la pista del Ayuda en Acción Fuenlabrada, al que arrasó por momentos al hilo de su excelente puesta en acción defensiva y un ataque que gozó de fluidez y apariciones individuales estelares. Joan Plaza está consiguiendo la cuadratura del círculo. Con sólo ocho jugadores en la rotación (Cabanas, Lorbek, Satoransky y Sastre sólo hicieron relleno en el banquillo), ha conseguido un equipo hipercompacto en defensa, solvente en ataque y con explosiones individuales diversas a lo largo de los cuarenta minutos que le sitúan como un aspirante más que sólido para jugar la Copa del Rey en Bilbao.
El encuentro se presentaba como un cruce de caminos entre dos trayectorias opuestas. Así, el equipo local saltaba al parqué tras acumular cinco derrotas seguidas, mientras que el cuadro sevillano que dirige Joan Plaza presentaba unas excelentes credenciales tras acreditar cinco triunfos en los últimos seis partidos y tres consecutivas. Triunfó la lógica. El marcador, final y parcial, también respondió a criterios razonables. La victoria del equipo hispalense se gestó en la primera parte, incluso en el primer cuarto.
El Fuenlabrada tiene un déficit ofensivo notable y el Cajasol es la tercera mejor defensa de la competición. La aportación del escolta estadounidense con pasaporte georgian Tyrone Ellis, con nueve puntos hasta el descanso, y del alero madrileño y ex del Fuenlabrada Andrés Miso, con once, fue clave para que se llegara al descanso con un claro 31-46. Los sevillanos arrasaban en los rebotes (8-19), sobre todo en los ofensivos (10) y además de su buena defensa, presentaba un porcentaje de acierto en el triple difícil de responder (7 de 12, 58%).
El equipo madrileño no obtuvo aire ni con la reaparición de su mejor anotador, el escolta estadounidense Gerald Fitch; inédito en sus primeros minutos de juego tras superar una dolencias en la rodilla izquierda. Su despertar sobrevino demasiado tarde. Comandó una reacción de su equipo que incluso soñó con un quimérico triunfo a falta de 11 minutos (50-60), pero ni su actuación ni la del siempre eficaz pívot uruguayo Esteban Batista fueron suficientes. El Cajasol cortó cualquier atisbo de sublevación a base de canastas que eran jarros de agua fría sobre la espalda del equipo del sevillano Luis Guil: triples decisivos al límite de la posesión firmados por el especialista Tyrone Ellis y de Andrés Miso, más las canastas de tres puntos de autor del alero de New York con DNI francés Tariq Kirksay (tres de tres), que además acabó en dobles dígitos al capturar 10 rebotes, un jugador que ya quisieran muchos equipos en sus filas.
El Fuenlabrada era inferior y la casi siempre tardía táctica de apelar a lo racial tampoco dio sus frutos esta vez, porque enfrente tenía un equipo que en lucha compite con cualquiera. Así, el Cajasol apunta sin tapujos a la Copa del Rey y el Fuenlabrada, a luchar por la permanencia.