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El rumbo incierto de Euskadi

El futuro político del País Vasco es un enigma cada día más complejo. A pocos meses de las elecciones regionales, que se celebrarán la próxima primavera, la sombra del cambio planea sobre Euskadi. En el seno del PNV el binomio consulta sí-consulta no empieza a abrir pequeñas fisuras.

el 15 sep 2009 / 16:07 h.

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El futuro político del País Vasco es un enigma cada día más complejo. A pocos meses de las elecciones regionales, que se celebrarán la próxima primavera, la sombra del cambio planea sobre Euskadi. En el seno del PNV, pese a que el partido propondrá de nuevo a Juan José Ibarretxe como lehendakari, el binomio consulta sí-consulta no empieza a abrir pequeñas fisuras. A ello se une que el PSE-EE ha subido como la espuma en los sondeos y que el PP sabe que, de existir una demanda social de cambio de lehendakari, podría actuar como visagra para formar gobierno.

Así las cosas, la situación da lugar a cruces de declaraciones como el de ayer. Por un lado, preguntado por si respaldaría el PP la investidura como lehendakari del líder del PSE-EE, Patxi López, si pudiera gobernar en sustitución del PNV, Rajoy afirmó que su objetivo es que "el PSOE apoye a Antonio Basagoiti". "Voy a trabajar para eso y espero que lo hagan", manifestó.

Mientras tanto, el presidente del Senado, Javier Rojo, advirtió de que los socialistas vascos no renunciarán a gobernar si ganan las próximas elecciones autonómicas, "como ya ocurrió hace años", y argumentó que el PNV "ha hecho bien muchas cosas" al frente del País Vasco pero "ha suspendido en convivencia".

Durante su intervención en los desayunos informativos de Entorno Aragonex, Rojo culpó al PNV, que lleva gobernando en el País Vasco desde 1980, del "fracaso en convivencia" que sufre la comunidad autónoma y justificó así la necesidad de un cambio tras los próximos comicios. A su juicio, la convivencia es un factor que se debe exigir a los políticos y negó que los dirigentes del PNV hayan "hecho todo lo posible" por compactar a la sociedad.

"Ya va siendo hora de que llegue el cambio", insistió tras recordar que en el País Vasco existe una parte de la sociedad que "debe defender el sistema democrático con su propia vida". "No estoy dispuesto a que todos los días se nos den lecciones de patriotismo", reiteró. En este sentido, hizo referencia a la consulta de Ibarretxe y defendió que no se puede poner sobre la mesa una propuesta que "de partida divide a la sociedad". La pregunta que queda en el aire es, en el caso de obtener mayoría de votos, qué precio están dispuestos a pagar el PP y el PSOE para echar al PNV del poder.

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