La inmigración nunca dejará de ser foco de atención para los estudios sociológicos que, en la lucha por la integración en el sistema socioeconómico del país que recibe a los extranjeros, tratan de dar luz al análisis de la discriminación que por diversas vertientes les golpea. En el espacio que toca analizar las condiciones laborales de los inmigrantes en este caso en Andalucía, los datos tampoco son positivos. El último informe del Centro de Estudios Andaluces refleja que existe una importante brecha salarial entre extranjeros y autóctonos que en gran parte se acusa a comportamientos discriminatorios.
El estudio, realizado por los investigadores J. Ignacio García Pérez y Rocío de la Torre Díaz se titula La inmigración en Andalucía a finales de 2009: un análisis con datos de la Seguridad Social y refleja, aún así, que las diferencias se han reducido con respecto al año 2008, cuando eran de 20,1 puntos porcentuales y se sitúa en 2009 -año de este estudio- en 15,75 puntos.
No obstante, tras un análisis exhaustivo que compara los sueldos de puestos con iguales características ocupados por extranjeros y por nativos, se observa que existe una brecha salarial total del 35,77%. Dentro de esta diferencia, el 10,20% no se puede atribuir a diferencias en la composición de ambas poblaciones de trabajadores en lo que respecta a sus principales características personales y laborales, entendiéndose que existe cierto grado de discriminación salarial hacia la población de trabajadores inmigrantes en el mercado laboral andaluz.
Además, el informe apunta que la brecha salarial tiene dos grupos diferenciados. Por un lado, los trabajadores procedentes de países latinoamericanos, africanos, asiáticos y de Europa del Este, quienes tienen sueldos considerablemente inferiores a los de la población nativa; y por otro, los individuos procedentes de países de la UE-15 que ostentan puestos de trabajo con niveles de cualificación elevados que se reflejan en salarios muy semejantes al de los andaluces. La diferencia más acusada en el salario mediano se observa en el estudio para los trabajadores africanos. Por su parte, la diferencia entre nativos y trabajadores suramericanos es del 4,5%.
Condiciones laborales. Es importante también destacar de este informe la distribución de los inmigrantes en Andalucía. Se puede ver que hay provincias en las que está presentes con mayor intensidad ciertas nacionalidades. Así, por ejemplo, la población de marroquíes varones se concentra en Almería, con un 38% del total. Igualmente, un 38% de los ecuatorianos habitan en esta provincia, mientras que en Málaga están más presentes los varones asiáticos, con un 41%. En cuanto a las mujeres, aquellas con nacionalidad marroquí, rumana y polaca viven sobre todo en Huelva, con presencia de un 72% de las polacas y un 42% de las marroquíes e igual porcentaje de las rumanas.
En cuanto a la distribución según el Régimen de Seguridad Social, la población inmigrante está repartida entre el régimen general, el agrario y elde empleados del hogar. En lo que respecta al sector agrario, en torno al 50% de los trabajadores africanos, rumanos y polacos lo ocupan. Una presencia que en el caso de las mujeres es más acusada, con un 68% de polacas. En el caso de los varones ha habido un incremento con respecto al año anterior del 6,5%, circunstancia que los autores del estudio del CES achacan a la crisis "que ha hecho del agrario un sector refugio".
Y es que, según el informe, la situación economica acentúa las diferencias entres sectores y ocupaciones por sexos y por nacionalidad. El paro entre los inmigrantes varía por tanto según el país de origen. En total, un 22% de hombres percibió en 2009 la prestación por desempleo. Además, los varones se han visto más prejudicados ya que estaban concentrados en sectores sobre los que la crisis ha golpeado más: la construcción, la industria manufacturera, el comercio y la reparación de vehículos.
En cuanto a los trabajadores autónomos, son los asiáticos los que acaparan este régimen, con un 15% de los hombres y un 10% de mujeres. Por su parte, las mujeres latinoamericanas destacan por su ocupación como empleadas de hogar. Asimismo, hay un descenso del 0,3% de varones afiliados a la Seguridad Social y un aumento del 1,2% de las mujeres.
Cabe destacar que el 80% de los contratos de los inmigrantes son temporales. Además, el 95% de los trabajadores tienen ocupaciones que requieren niveles de cualificación media-baja y baja. El procentaje de empleos de cualificación elevado es del 17% entre los que provinen de la UE.
