Después de recibir entre 4.000 y 5.000 visitas diarias desde su reapertura temporal al público el 21 de diciembre, el Salvador volverá a cerrar sus puertas mañana para terminar de acicalarse de cara al día 2 de marzo, cuando el cardenal consagrará el templo y pondrá punto final a una rehabilitación que comenzó hace cuatro años.
La buena acogida del público ha sido la nota predominante durante las dos semanas que el segundo templo de la ciudad ha estado abierto a los sevillanos, en las que no se ha producido ninguna incidencia destacable, según informó ayer el arquitecto responsable de la conservación de la iglesia, Fernando Mendoza.
Los visitantes han podido, y podrán hasta mañana, visitar de forma completamente gratuita la nave vacía de bancos y comprobar cómo han quedado las capillas, retablos, muros, pilastras e imágenes del templo, que tuvo que ser cerrado el 4 de marzo de 2003 tras la caída de una piedra del retablo de Santa Ana, que confirmó el mal estado en que se encontraba la iglesia.
Los sevillanos, que no habían podido acceder a la colegial desde diciembre de 2006, cuando se produjo la última tanda de visitas a las obras, han podido ahora apreciar el nuevo aspecto del retablo mayor; a la Virgen de las Aguas entronizada en su retablo, ya restaurado y con la nueva pila bautismal a sus pies; y la figura de San Cristóbal de Martínez Montañés colocada ya en una de las capillas de entrada al Salvador, como principales novedades. Las visitas, hasta 5.000 cada día, se han realizado siempre en grupos de 150 para no poner en peligro los trabajos con una afluencia masiva.
Esta restauración integral se financió gracias a una colecta popular que inició el abogado Joaquín Moeckel que llegó a sumar medio millón de euros, y a la que se sumaron administraciones públicas y otras entidades. Las obras fueron comandadas por el delegado episcopal para la restauración, Juan Garrido Mesa, fallecido el año pasado y al que se le dedicará una galería del Salvador, que llevará su nombre.
Las obras continuarán una vez que el templo vuelva a cerrarse mañana, ya que quedan pendientes el arreglo del Patio de los Naranjos y detalles tanto de la fachada como del interior, que deberán estar terminados el próximo dos de marzo, cuando está previsto que el cardenal de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, consagre el templo, al que ya habrán vuelto las tres hermandades de Semana Santa que lo tienen como sede, y que reiniciará la actividad que acogía antes del accidente que obligó a cerrarla.
