El proyecto La Piel Sensible pasará de puntillas por la plaza del Salvador. El alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, anunció ayer que este céntrico enclave cofrade volverá a la estética de mediados del siglo XIX. Así, pese a lo previsto, no habrá toques modernos.
Las obras empezarán en julio (estaban previstas después de la Semana Santa) y acabarán en cuatro meses, esto es, antes de la Navidad. Pero la reforma no será la acordada. El arquitecto José Carlos Mariñas ganó en 2005 el concurso convocado por el Ayuntamiento con su proyecto La Piel Sensible, que incluía la reurbanización de las plazas del Pan, Pescadería, Alfalfa y El Salvador, así como las calles de alrededor. Sólo resta la última fase, la que afecta a la plaza de la antigua colegiata, punto clave del recorrido cofrade.
Según lo previsto y lo aprobado por la Comisión Provincial de Patrimonio el pasado octubre, los materiales empleados y el mobiliario urbano que se utilizaría en la reforma de El Salvador serían los mismos que los de la Alfalfa. Por ejemplo, las farolas y los bancos. Finalmente, no será así.
Ayer, el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, anunció en declaraciones al programa Hoy por Hoy Sevilla de la SER que las farolas fernandinas que se quitarán de la Avenida (serán sustituidas por otras más altas que harán de postes de catenaria) se colocarán delante de la iglesia, plaza en la que se intentará recuperar los adoquines de siempre salvando, eso sí, los actuales desniveles.
Así, el suelo será "granito gris alba flameado". Los bancos serán de granito blanco con respaldo de forja, no como los de la Alfalfa. Los naranjos se mantendrán y se tendrá en cuenta los pozos donde irán los mástiles del toldo que se coloca desde el Corpus hasta después del verano.
En definitiva, Sánchez Monteseirín abogó por recuperar la plaza-salón anterior a 1861, que casa más con la estética de un entorno históricamente cofrade. De hecho, es la sede de tres hermandades señeras.
Además, el alcalde planteó un cambio de sitio de la estatua de Martínez Montañés, eso sí, dentro de la misma plaza, así como que la reja que protege el templo recién restaurado se baje de las escalinatas. Esto impediría sentarse en los escalones, práctica habitual de la clientela de los bares de la plaza y de los sevillanos que disfrutan de la Semana Santa.
El primer edil indicó que la zona tiene que dejar de ser de "carga y descarga" o un aparcamiento para pasar a ser peatonal. En total, la actuación afectará a 3.000 metros cuadrados (incluidas las calles Villegas, Córdoba y Francisco Bruna) y costará 1,2 millones de euros, algo más de un tercio del presupuesto total de La Piel Sensible.
