Un 3-2 a domicilio es la mejor de las derrotas en una eliminatoria a doble partido, pero derrota al fin y al cabo, especialmente dolorosa porque la infligió un rival netamente inferior que sólo tuvo que aprovechar las alarmantes facilidades que suele conceder el Sevilla en su zona de retaguardia. Los nervionenses pueden presumir de poseer una de las mejores delanteras del mundo -Luis Fabiano y Kanouté-, aunque ayer no estuvieran especialmente finos, pero atrás tienen un grave problema que resolver, pues la defensa es de verbena. El Fenerbahçe les hizo ayer tres goles y pudieron ser varios más de no ser por un par de intervenciones magistrales del meta Palop, increíblemente acribillado en las jugadas a balón parado. Con todo, el Sevilla sigue siendo el favorito para meterse en cuartos de final, pues no duden que si el Sükrü Saraçoglu fue ayer un infierno no lo será menos el Ramón Sánchez Pizjuán el próximo martes 4 de marzo cuando los turcos rindan visita. Un 1-0 basta para dejar fuera a los otomanos, pero mucho me temo que hará falta algún gol más, visto lo visto. El Sevilla tiene pólvora de sobras para conseguirlo.
