José Marín, ex secretario del Distrito Macarena del Ayuntamiento de Sevilla, ha dicho hoy que la división de facturas para, supuestamente, evitar el concurso público se hacía "desde tiempo inmemorial" y ha negado la afirmación de los otros dos acusados de que sabía que dos trabajos concretos no se hicieron.
En su declaración ante el jurado popular que enjuicia las 28 presuntas facturas falsas pagadas por su distrito en 2002, Marín ha negado haber supervisado las obras, ya que su trabajo "era más político que técnico" y se centraba en "recibir a asociaciones de vecinos", por lo que "no tenía tiempo material para salir".
Ha negado que el Ayuntamiento diese un trato de favor al segundo acusado, el empresario José Pardo, y ha declarado que aunque pertenecían al mismo partido (PSOE), se encontraban en distintas agrupaciones.
En cuanto a la fragmentación de cualquier presupuesto que superase los 3.000 euros, con objeto -según el fiscal- de eludir el concurso público, Marín ha declarado que se trataba de una política que se hacía "desde tiempo inmemorial" y que decidía un equipo entero de trabajo.
Ha insistido en que él fue nombrado "de urgencia" en octubre de 2002 con la única finalidad de terminar la legislatura y porque había dimitido el anterior delegado del distrito, por lo que "yo no soy tan listo ni un superdotado para cambiar ese método de trabajo", ha afirmado.
Además, ha dicho que "entendía" dicho sistema porque "una rampa urgente para minusválidos no se puede eternizar con el concurso público".
Ha negado también que el Ayuntamiento pagase dos veces por el mismo trabajo y ha puesto el ejemplo de las rampas de minusválidos, ya que según sus palabras "convertimos el distrito Macarena en el que más tiene de Sevilla porque una concejal usaba silla de ruedas".
En cuanto a la acusación de que Pardo utilizó el nombre de la empresa Contratas y Obras de Sevilla (COS) después de haberse desvinculado de ella, Marín ha declarado que nunca le pidió un poder de representación porque "de hecho actuaba como dueño de la empresa" y así lo creía todo el distrito.
Ha reconocido que algunos de los cheques que rellenó lo fueron a nombre de Pardo y no de COS, lo que ha justificado por un deseo de "ayudar a los trabajadores que esperaban en la puerta para cobrar", pues el empresario le había advertido de que, si los ingresaba, el banco se los quedaría para cobrar deudas anteriores.
Marín, que se enfrenta a una petición de tres años y medio de cárcel, ha relatado la anécdota de que un día aparecieron en su despacho unos operarios que desmontaron las ventanas y se las llevaron por falta de pago.
Además del uso indebido del nombre de COS, el fiscal imputa a los acusados haber pagados dos trabajos concretos que nunca se realizaron en el derribo de unos módulos en la barriada de San Diego, a lo que Marín ha respondido que "fui totalmente ajeno a estar pagando una obra que no se había realizado".
El ex secretario del distrito negó expresamente lo declarado ayer por el tercer acusado, el colaborador municipal Manuel Portela, de que le había informado sobre la no realización de dichos trabajos, y ha asegurado que "si me lo dijo, yo nunca me enteré".