En el Reyno de Navarra, territorio hostil en la jungla de Primera, el Sevilla de Gregorio Manzano debe certificar virtualmente su presencia en Europa la próxima campaña. Un triunfo en el antiguo Sadar y una derrota del Espanyol ante el Valencia garantizaría, en el supuesto menos optimista, la séptima plaza. La presencia en la Europa League evitaría un caos en un ejercicio con más sombras que luces.
Y significaría un brindis al sol en una época convulsa tras el fatídico e histórico 2-6 encajado ante el Real Madrid. Los pupilos de Gregorio Manzano, sextos y con cuatro puntos de renta sobre el octavo, se han conjurado para sellar el pasaporte hacia el Viejo Continente y evitar un regreso anticipado de las vacaciones. La séptima plaza aseguraría la presencia en la Europa League, aunque las fechas serían un auténtico castigo para la plantilla y la afición.
El 28 julio se disputaría la ida de una tercera ronda para la que ya se han clasificado de forma matemática el Lokomotiv Moscú ruso, el Birmingham City inglés, el Strømsgodset noruego o el Helsingborgs sueco. La única manera de prolongar el asueto estival y de satisfacer la deuda con la hinchada es ganar en Pamplona ante un Osasuna instalado en la zona peligrosa y que necesita el triunfo para escapar del drama del descenso a Segunda.
El objetivo es extremadamente difícil. Huir ileso del Reyno de Navarra es el objetivo trazado por un Gregorio Manzano que deberá asumir numerosas ausencias para confeccionar su once inicial. A la sanción de Romaric, que recibió la quinta cartulina amarilla ante el Real Madrid de Mourinho, se unen las bajas por lesión de Fernando Navarro, Jesús Navas, Rakitic, Alexis y Martín Cáceres.
En total, seis variables menos con las que dibujar un sistema que, en el Reyno, versará sobre un 4-4-1-1, con Kanouté en la mediapunta y el madrileño Álvaro Negredo en la definición. El ambiente será hostil. La afición local colapsará las 19.800 butacas de las que dispone el feudo de la Calle Sadar. La entidad rojilla anunció ayer que en apenas 72 horas se han agotado las 3.121 localidades que se depositaron en las taquillas. Las urgencias locales, unidas a la crisis de identidad del Sevilla, vaticinan una guerra de cuartel.
Una de fuego cruzado en busca del alimento necesario para la subsistencia. Manzano no arriesgará y apostará por el once inicial que aparenta ser más fiable. Javi Varas será el meta titular. Con la baja de Fernando Navarro, el de Bailén entregará el protagonismo a Sergio Sánchez y Dabo en los flancos, y a Fazio y Escudé en la zaga central.
Con Alfaro, que aportó luz al caos ante el Real Madrid, en la derecha y Capel en la izquierda, el mediocentro será propiedad del argentino Medel y el africano Zokora, cuyo protagonismo ha crecido al son de las bajas generales. Y en el ataque, el preparador nervionense apenas podría barajar diferentes opciones. El malí Kanouté ejercerá de enganche y el madrileño Negredo de '9'.
Rival crecido
Osasuna, crecido tras doblegar en su feudo al Valencia y caricaturizar al Zaragoza en La Romareda, afronta el choque podrido de confianza. El técnico rojillo, José Luis Mendilibar, no podrá disponer del sancionado Nekounam y Masoud, lesionado. Mendilibar baraja varias opciones para el medio, donde Soriano podría ser titular en detrimento de Vadocz.